Fue encontrado por la Policía en una acerca, desmayado, pese a lo cual ofreció resistencia en el momento de ser detenido. La mañana del viernes, agentes de policía de Miami vieron a un hombre tirado en el cruce de la Avenida Brickell y la calle 7 de la capital del estado, se acercaron a él y se percataron que estaba ebrio, momento en que se pusieron a revisar sus bolsillos, a lo que el hombre se opuso forcejeando.
El agente confesó haber salido a beber inmediatamente después de que el mandatario abandonara la ciudad. La Policía de Miami acusa a Engler de delitos menores como desorden público bajo los efectos de alcohol, así como de resistirse a su arresto sin violencia. “Comenzó a discutir conmigo y a agitar las manos arriba y abajo, mientras yo estaba conduciendo”, indica un oficial en el informe de detención. “En ese momento los motoristas que circulaban por el área se pararon para mirar lo que hacía”, relata el policía.
Al cabo de pocas horas Engler fue entregado al Servicio Secreto bajo fianza y fue trasladado de vuelta a Washington. El incidente se produce seis meses después de que varios agentes del Servicio Secreto se vieran implicados en el escándalo de prostitutas en Cartagena, durante la VI Cumbre de las Américas. La repercusión de aquel caso obligó a Washington a redactar en abril pasado unas nuevas normas para el Servicio Secreto: normas que, en esta ocasión, no parece que se hayan cumplido.