Según las primeras investigaciones suizas, en un número indeterminado de dosis de Agrippal y Fluad se detectaron pequeñas partículas blancas, que podrían tener su origen en el aglutinamiento de componentes ordinarios de la vacuna.
Asimismo, señaló que “no hay riesgo de una escasez y no hay una urgencia especial, las personas que deban o deseen vacunarse han de hacerlo una o dos semanas antes de la llegada de la gripe”, algo que ocurre habitualmente entre diciembre y febrero.
Swissmedic afirmó que había sido informada de la situación por la Agencia Italiana de Medicamentos (AIFA), que prohibió la importación y utilización de las vacunas de Novartis tras descubrir las impurezas en el medicamento.
La farmacéutica con sede en Basilea (noroeste suizo) subrayó que confía plenamente en “la calidad, eficacia y seguridad de sus vacunas” y expresó su disposición a colaborar con las autoridades para esclarecer el caso.
Los problemas de Novartis se unen a los de la holandesa Crucell, que la semana pasada bloqueó todos sus envíos de vacunas antigripe en Europa por un problema de calidad en sus dosis.