Stewart Brand dijo en los años 80 que “information wants to be free.” La fórmula admite dos traducciones: ‘La información quiere ser libre’ y ‘la información quiere ser gratis’. Brand también dijo, en la misma respiración, que la «información quiere ser cara», porque «la información correcta en el lugar correcto puede cambiar tu vida». Tiende a ser gratis pero el capitalismo la ha convertido en mercancía, como todo.
Hay ya mucha información en el dominio público: Homero, Cervantes, Shakespeare… Pero la gratuidad se estrella contra las murallas chinas de las grandes corporaciones que se empecinan en venderlo todo. Hay mucha información incautada por esas empresas y hay que pagar para oír a Beny Moré, los Beatles, Beyoncé.
Aunque… Hay innumerables portales para acceder gratis a casi todo: música, películas, libros, programas, etc. Y «par a par», pues no almacenan nada en sus servidores ni venden nada, simplemente bajas la información de millardos de computadoras personales, o sea, de tus pares. Prueba con thepiratebay.se, si no la han vuelto a tumbar como suelen…
El capitalismo homologa terrorismo, pornografía infantil y «piratería». Es abuso hablar de piratería, porque, por ejemplo, el DRAE define piratería como «cometer acciones delictivas contra la propiedad, como hacer ediciones sin permiso del autor o propietario, contrabando, etc.». No es piratería copiar libros o discos si no es edición. Pero muchos vendedores de contenido te prohíben revender, prestar o regalar nada. ¡Pirata! ¡Terrorista! ¡Prepárate a morir!
¿Cuánto falta para que los equipos se vuelvan baratos y hasta gratuitos? Ya son triviales. En Venezuela hay más celulares que gente. Si los pierdes recuperas lo esencial: los datos almacenados en una computadora o en la nube. ¿La nube? Sí, un cúmulo de servicios de almacenamiento en la Internet.
Cada día son más baratos, como los Vergatarios, o gratis, como las Canaimitas.
Pero ya los fabricantes inventarán maneras de intentar secuestrarlos. No podrán, ya no están pudiendo, como con la información, pero bastante que fastidiarán para seguir explotándonos.
roberto.hernandez.montoya@gmail.com