Hugo Carrera

 

En un anterior artículo exponía mi humilde hipótesis de trabajo en la que afirmaba que la dimensión social de Venezuela era el mejor aporte que el pueblo bolivariano realizaba en su ingreso al MERCOSUR, por sobre toda cuestión material relacionada con el suministro de energía fósil de petróleo o de gas.

 

El impacto de Venezuela en MERCOSUR puede sacudir al mundo, exageré como forma de llamar la atención de quienes exacerban banalmente los aportes financieros y económicos propios del capitalismo ególatra a la sinergia social en materia de intercambio de saberes, conocimientos, experiencias humanas, sufrimientos históricos o afectos compartidos entre los pueblos de esta región, tan rica en recursos naturales pero tan expoliada por las transnacionales del petróleo, los alimentos y los medicamentos, convirtiendo a la América del Sur en la región más desigual del Planeta.

 

El ingreso de Venezuela al MERCOSUR viene ahora repotenciado por el aplastante triunfo del 7-0 que el pueblo de Bolívar propinó a la oligarquía venezolana y a la cipayo-burguesía latinoamericana. Este hecho prendió las alarmas de Washington y sus satélites imperiales en el MERCOSUR, preocupados ahora por el peligroso acercamiento de los presidentes Chávez y Cristina Fernández como nunca antes se había visto en estos años de relaciones bilaterales.

 

Sucede que el triunfo de Chávez y su horizonte de 20 años de gobierno, insufló oxígeno a la imagen de Cristina quien, sin una propuesta de socialismo en transición, apuesta a un capitalismo ingenuo que  provoca remesones económicos con fuga de capitales extraordinaria, dificultades para mantener las reservas y pagar los bonos de intereses de la deuda externa e interna y mantenimiento del circulo virtuoso de la economía que creció un 100% en los 9 años de kirchnerismo.

 

El impacto de la crisis capitalista de Estados Unidos y Europa podría sacudir dicen- más allá del márketing político electoral- las economías de dos gobiernos que diciendo cosas diferentes pero iguales (transición al socialismo y capitalismo en serio) marchan con sus contradicciones a cuestas hacia una colisión ideológica frente a las necesidades sociales de sus pueblos.


Chávez y Cristina empujados por sus pueblos y sus errores sabrán corregir el rumbo que los aleje del colapso del capitalismo.