Ryabvok reiteró la voluntad de conversar, pero sobre la base del convencimiento de que las armas atómicas no estratégicas del Pentágono en el llamado viejo continente ya dejaron de ser estratégicas en relación con el territorio ruso.
Tal como lo hizo Rusia en su tiempo, Washington debe repatriarlas y desmantelar la infraestructura que permita restablecer rápidamente estos potenciales, demandó el viceministro de Exteriores.
Ese punto de vista fue expresado en abril del año en curso por el canciller Serguei Lavrov durante la reunión del Consejo Rusia-OTAN, en Bruselas.
A diferencia de Rusia, Estados Unidos preserva sus armas nucleares no estratégicas fuera del territorio estadounidense y, además, mantiene alertas las infraestructuras de uso correspondiente en los países donde están emplazadas, recordó el ministro.