La nave, uno de los buques de guerra más modernos del país, partió en abril pasado hacia las Islas Malvinas para sustituir en las labores de patrullaje a la fragata HMS Montrose.
Según la cartera castrense, el Dauntless visitó 18 países en un recorrido de 38 mil 280 kilómetros y efectuó diversas operaciones de seguridad contra el tráfico de drogas y la piratería.
Will Warrender, capitán de la nave, comunicó sobre un intercambio con varias Marinas extranjeras que permitió el entrenamiento de 600 militares foráneos.
El HMS Dauntless, uno de los seis nuevos destructores Tipo 45 con que cuenta la Marina británica, está equipado con misiles antiaéreos de alta tecnología Sea Viper y posee un avanzado sistema de navegación que hace difícil su detección por radar.
En septiembre pasado, Reino Unido envió al archipiélago el destructor HSM Edimburgo como reemplazo del HMS Dauntless, un día después de que el gobierno argentino pidiera un diálogo sobre la situación del territorio y la desmilitarización del Atlántico Sur.
El conflicto en torno a las islas, cuya soberanía reclama el país suramericano desde 1833, tuvo su punto más álgido con la guerra desatada entre ambas partes en 1982, contienda que concluyó con la muerte de 649 argentinos y 255 británicos, y el mantenimiento del dominio de Londres en esos territorios.