Traducción del inglés “information overload”, la “infobesidad” se define como “la patología de la sobrecarga de información”, explica a la AFP Caroline Sauvajol-Rialland, profesora de la Universidad Católica de Lovaina (UCL) y de Sciences Po Paris.
El principal responsable de este mal es el correo electrónico, que se ha convertido en la principal herramienta de trabajo y de comunicación en las empresas.
“Es un verdadero sufrimiento. Pone a las personas en una situación de angustia constante y de frustración porque no logran seguir este flujo continuo que, en consecuencia, conduce a una sensación de impotencia y a un fuerte estrés”, explica la profesora.
“Somos al mismo tiempo receptores y usuarios de la información, pero también transmisores de información, es decir al mismo tiempo las principales víctimas de esta sobrecarga, y también los principales actores”, añade.
Thierry Venin, investigador del Centro Nacional francés de Investigación Científica (CNRS), explica que “la urgencia sucede a la urgencia”. “Tan pronto recibimos un correo electrónico, hay que responder inmediatamente, caso contrario, el remitente nos llama para preguntarnos si recibimos su mensaje.
¿Un minuto libre? íRápido, echemos un ojo a nuestro buzón de correo para ver si hay algo nuevo! Hay un lado adictivo”, advierte.
En una encuesta sobre el estrés en el trabajo, más del 80% de los encuestados estima que las herramientas electrónicas aumentan la cantidad de información que se debe tratar e imponen lapsos de tiempo cada vez más
cortos.
Un día sin correo electrónico
El 90% de los ejecutivos considera igualmente que la cadencia de trabajo es demasiado elevada.
Además, el hecho de ser “frecuentemente interrumpido en el trabajo” es el factor de mayor estrés para el 74% de los empleados.
Las empresas proporcionan a sus ejecutivos cada vez más medios de comunicación, pero los abandona en medio de toda esta información sin ninguna pauta, sin embargo, se necesitan instrucciones, estima Venin.
El Observatorio de la Responsabilidad Social de las Empresas (ORSE) publicó a finales de 2011 un estatuto que incita a las empresas a manejar de mejor manera su correo electrónico, que puede transformarse, según el ORSE, “en una herramienta devastadora”.
Conscientes del problema, empresas como Canon Francia incitan a sus 1.800 empleados a no utilizar su buzón de correo una vez cada tres meses, para así privilegiar los intercambios cara a cara.
Según ORSE, el 56% de los usuarios pasa más de dos horas al día administrando su buzón de correo y el 38% recibe más de 100 mensajes al día.
El 65% declara revisar su correo electrónico cada hora, pero en realidad lo hacen mucho más a menudo, a veces cada cinco minutos.
(Con información de AFP)