Agencias
Atenas, septiembre 21 de 2012. – Los griegos se retirarán a los 67 años en lugar de hacerlo a los 65 como hasta ahora. Este es uno de los principales puntos del nuevo plan de recortes de 11.600 millones de euros que el Gobierno de Antonis Samaras ha estado negociando desde el pasado verano con los representantes de la troika (Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y Comisión europea).
Dentro del plan, que quedó prácticamente perfilado anoche, hay un tijeretazo de 7.500 millones que afecta a los sueldos públicos, a las pensiones y a las prestaciones sociales.
Asimismo, se calcula que el Gobierno de Atenas conseguirá otros 2.000 millones aumentando los impuestos -el diario Ekathimerini habla de una tasa a los propietarios de inmuebles en alquiler en función de la renta que les produzcan-, mientras que otros 1.500 saldrán de una nueva reforma del sector público, lo que conllevará posiblemente nuevos despidos de funcionarios.
Esta tarde, los tres representantes tendrán una última reunión con el ministro de Finanzas, Yannis Storurnaras. Si dan el visto bueno, entonces Samaras tendrá que arrancar el visto bueno de sus socios de coalición en el Gobierno.