De acuerdo con los expertos, esta política afecta a muchos niños de famílias humildes, que asisten a las clases hambrientos e incapaces de concentrarse.
Las autoridades del Consejo del Condado de Essex informaron el sábado que de los 219 centros de desayuno para niños que había en 2011 solamente 169 continúan su labor. De hecho, de los 2.870 alumnos que recibieron alimento el pasado año, sólo unos 1.200 han podido desayunar en 2012.
Según el parlamentario Sharon Hodgson, “un 40 por ciento de los centros ha dejado de existir lo cual es extremadamente preocupante. Para algunos niños, sus comidas escolares gratuitas a través de la semana pueden ser la única buena comida que consiguen, y sabemos que los niños hambrientos luchan para concentrarse en clase”.
La economía británica, afectada por la crisis capitalista en Europa y los recortes sociales aplicados por el Gobierno de Cameron, desde el primer trimestre de 2012, ha entrado en una nueva fase de recesión.