La crisis económica que en su conjunto atraviesa la Eurozona es similar a la caída de algún objeto viviente en arenas movedizas: mientras más intente salir, más se hunde.

Aplicar medidas de ajustes económicos para intentar resolver la crisis motivada por las propias leyes neoliberales del sistema capitalista monopólico, ha provocado incrementar la desfavorable situación económica de la mayoritaria población europea a expensas de un reducido grupo de millonarios.

El estadounidense Premio Nobel de Economía 2001, Joseph Stiglitz definió en un reciente artículo esa realidad: “Las tesis neoliberales que han llevado al mundo al borde de la ruina, en un proceso iniciado a principios de 2008, son las mismas que la derecha internacional pretende aplicar como medicina a las economías estadounidense y europeas en crisis”.

En otro artículo en el diario francés Liberation agregó: “El fondo de rescate de la zona euro decidido por los países de la Unión Europea, es solo un paliativo temporal para los pequeños países afectados y la vía de austeridad elegida por Europa, bajo la presión de los mercados, retrasará la salida de la crisis y debilitará a los elementos más vulnerables de la zona euro”.

La ley del capitalismo neoliberal propugna las bondades económicas del libre mercado sin restricciones así como la reducción, a la mínima potencia, de las funciones de los Estados a favor de la privatización extrema lo que ha posibilitado que desde principios de 1980 el capitalismo desregulador haya llevado mayor bienestar material a las personas más ricas en esas naciones.

Un estudio de Tax Justice Network, publicado por la revista inglesa The Observer, acaba de revelar que mientras Europa y el resto del mundo viven una profunda crisis económica y buscan medidas para sobrevivir, el dinero oculto de los multimillonarios en los llamados Paraísos Fiscales alcanza la cifra de 32 billones de dólares.

Según el economista James Henry, quien dirigió la investigación, ese capital proviene de varios países del planeta a través de bancos privados que fueron transferidos a cuentas en Suiza o en las Islas Caimán y equivalen al Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos y de Japón juntos.

Para muchos expertos, una nueva recesión se avecina a la zona euro y agregan que el posible colapso del sistema financiero mundial sugiere que el final de la habitual arquitectura económica global realmente no está tan lejos.

Una reflexión sosegada esclarece que los multimillonarios rescates de capitales que han recibido Irlanda, Portugal, Grecia y España, se han destinado a los bancos privados para que estos paguen las deudas que el Estado ha adquirido con otros bancos en países como Alemania, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, lo cual provoca un mayor endeudamiento al adicionarse los altos impuestos.

Ya Lisboa y Atenas estan solicitando nuevos empréstitos para pagar sus deudas, situación parecida a un cubo sin fondo.

A la par, la troika integrada por la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europea (BCE) obligan a que se tomen drásticas medidas de austeridad en el sector público y que se privaticen las empresas y servicios estatales como fórmulas para disminuir la crisis.

Las fuertes medidas de austeridad que el gobierno de derecha español de Mariano Rajoy ha impuesto al pueblo (bajo presión de la Troika) menguan la producción real, aumentan el desempleo, disminuyen el poder adquisitivo y el consumo interno de la población, y por ende se diluyen las probabilidades de saldar las deudas contraídas.

El jefe del Departamento de Gestión de Activos de Goldman Sachs asegura que España y Grecia, se convertirán en la locomotora de la caída de la Unión Europea pues esos países, pese a los rescates financieros, están colapsando.

Por su parte, los analistas del departamento de predicción temprana de la Academia de Masterforex-V, afirman que el fin del actual mundo financiero está cerca pues el mercado en el sentido convencional es un movimiento constante, lo que es una prioridad para todos, incluido el mercado de valores. Y la debacle puede suceder ya en diciembre de 2012 cuando el modelo principal sobre el mercado -basado en ciclos ascendentes y descendentes- quede completamente destruido.

Los académicos explican que sus estimaciones se basan en un enfoque sobre la evaluación de la situación económica mundial en términos de divisas, materias primas y los mercados de valores.

Los resultados del segundo trimestre de 2012 no son halagüeños pues datos oficiales de la Oficina Estadística de la Comisión Europea, Eurostat, indican que el PIB de la zona euro y de toda la Unión Europea cayó un 0,2 %.

En seis países europeos, el PIB fue negativo durante el segundo cuarto de 2012: España (-0,4 %), Italia (-0,7 %), Chipre (-0,8 %), Portugal (-1,2 %), Bélgica (-0,6 %) y Finlandia (-1 %), pero aun no se puede hablar de una recesión técnica en la UE, pues en el período de enero a abril Alemania compensó el declive de las economías española e italiana.

Si Alemania en los primeros seis meses del año puedo crecer solo 0,4 % los pronósticos para la segunda parte de 2012 son más pesimistas ya que el 40% de las exportaciones alemanas va dirigido a los países de la zona euro, lo que incrementa su dependencia de la situación de las economías periféricas que estan en permanente declive.

Para la segunda economía de la Unión Europea, Francia, también se auguran tiempos difíciles pues el Banco Central galo avizora una reducción del 0,1 % del PIB en el tercer trimestre del año debido a la mala situación del sector automotriz y a los recortes del gasto público, para cumplir con el plan de reducción del déficit fiscal que prevé ajustes por 33 000 millones de euros a fines de 2013.

Medidas de austeridad, enfiladas contra los sectores públicos han sido la constante en los últimos tiempos, no solo dentro de la zona euro con 16 integrantes, sino también en toda la Unión Europea (27). En Gran Bretaña se han realizado profundas reducciones en la educación, la salud y las prestaciones sociales con el consecuente malestar popular.

Por el momento, Portugal, Grecia y España han perdido la soberanía financiera, política y social pues para recibir los empréstitos están obligados a aceptar la supervisión permanente de la Troika.

Esta realidad la dejó bien aclarada el vicepresidente de la Unión Europea Joaquín Almunia cuando señaló. “La ayuda a España para recapitalizar su banca tendrá condiciones, pues los estados miembros son los que ponen el dinero y, por supuesto, todo préstamo lleva aparejadas unas obligaciones y compromisos por parte de quien lo recibe».

Mientras, el primer ministro heleno Antonio Samaras con vos entrecortada decía a los jefes de la Troika. «No estamos pidiendo más dinero. Estamos pidiendo bocanadas de aire para la inmersión que estamos haciendo».

No hay nada más parecido a las Arenas Movedizas.