Alberto Salcedo
El gobierno golpista de Paraguay ha pataleado acusando la maniobra de ilegal. Se le suman los medios divulgadores de la derecha neoliberal de Venezuela, y del continente, nostálgica del ALCA como proyecto económico para la región. Es que estos sectores neoliberales y pronorteamericanos, que vienen intentando reflotar el bloque Alianza del Pacífico (que incluye a México, Colombia, Perú y Chile) tienen ahora frente así a un Mercosur que ha incorporado a una de las más importantes economías del subcontinente, que queda conformado por más del 80% de la economía regional, y que pasa a constituir el quinto bloque económico del planeta
El ingreso al Mercosur significa para Chávez un importante beneficio político, que tiene un valor trascendental en el marco de la campaña electoral en pleno desarrollo. Venezuela aparece ahora resguardado en el bloque liderado por Brasil, que actúa como potencia regional, Y además está en el G20, y participa en el BRIC, grupo de cuatro países denominado emergentes dado el alto crecimiento de la economía, comenzó a tener fuerte incidencia sobre la economía mundial, a través del importante comercio internacional con los países desarrollados. Estos cuatro países son Brasil, Rusia, India y China, son informalmente denominados BRIC (sus iniciales), luego que el Banco Goldman Sachs los llamara de esa manera, Estos cuatro países suman la mitad de la población mundial, el 23% del PIB del mundo y más del 40% de la superficie del planeta.
El presidente Chávez ha retornado a la escena política internacional con un triunfo político sobre las pretensiones de EEUU de aislar a Venezuela tras un período importante de retroceso y silencio. Atrás quedó aquel Chávez que en la década pasada le disputaba el liderazgo regional a Brasil, oponiendo una política de confrontación hacia el imperialismo norteamericano, mientras la moderadacion de Lula. Tiene la aceptación, comprensión de la derecha, y los gobiernos socialdemocracia como ejemplo de una izquierda de diálogo y concertación, de esta manera, el ingreso de Venezuela al Mercosur es una reafirmación del liderazgo brasileño, la coronación de la política de “abrazo del oso” impulsada por Lula y continuada por Dilma, va obligar a la revolución bolivariana a deslizarse asía una posición de centro, de convivencia y concertación con el imperialismo y el capital.
La derecha sin política frente al ingreso de Venezuela al Mercosur
En el país la derecha frente a este hecho político, económico, han reaccionado planteando,” Henrique Capriles, dijo el país está por ingresar plenamente al Mercosur como un país que lo importa «todo». Señaló que la incorporación de la nación al bloque «será muy buena» el día que sea productiva. (31/07/2012 agencia de noticias EFE). La oposición también perdió la oportunidad de expresar una opinión clara sobre el ingreso de Venezuela al Mercosur, prefiriendo la ambigüedad de dejar la vocería en grupos empresariales visceralmente opuestos a la integración regional, en concordancia con su visión colonizada, pro imperialista
Sin embargo la burguesía comercial importadora agrupada, en la asociación de tiendas y departamentos, Explicaron que buscan establecer alianzas e intercambios comerciales con empresas brasileñas en diversos rubros, como construcción, ganadería, agrícola y transferencia de tecnología. Afirmo Diehl Dodds. «Trabajamos con una asociación que agrupa a 138.000 empresas de tiendas por departamentos en diversos productos. Así que hablamos de algo grande, a ellos los abastecen unos 7.000 proveedores, de manera que están en la capacidad de atender a grandes, medianos y pequeños constructores, incluso a alguien que necesite una reparación pequeña en su casa, con materiales más baratos y de calidad.
Los grupos económicos locales ligados a la importación de alimentos, muchas de ellas ligadas a las multinacionales que operan en los países del Mercosur y la banca se han pronunciado a favor porque entiende las grandes oportunidades para sus negocios
La variable energética- Venezuela
“Las clases políticas de los Estados burgueses son, esencialmente, operadores de los intereses de la elite económica, sobre todo llamadas “multilatinas” o empresas transnacionales de América Latina. Los nuevos pequeños gigantes empresariales están presentes en todos los campos; en petróleo (Petrobras, Pdvsa), en alimentos (Bimbo, Pollo Campero), en cementos (Cemex), en comunicaciones (Telmex), en tecnología (Tivi) y, en prendas de vestir). Además de las multinacionales Américas europeas (Coca-Cola La estadounidense Wal-Mart Stores Inc.
Entre 1991 y el 2001, la propiedad de las 500 empresas más grandes en Latinoamérica cambió dramáticamente: de un 27% de empresas en manos foráneas, pasó a un 39% de liderazgo no latinoamericano. El aumento de la competencia foránea obligó a las empresas latinas a expandirse a otras naciones del continente originando así las “multilatinas.” Algunas de ellas se han expandido en las subregiones de libre comercio definidas por el Mercosur (Brazil, Argentina, Uruguay y Paraguay, Colombia, Venezuela, Ecuador, Peru y Bolivia). Las más ambiciosas apuntan a competir con las empresas más grandes más allá de Latinoamérica (la brasileña del hierro Gerdau, por ejemplo).
A pesar de algunos contratiempos económicos como las 166 fusiones y adquisiciones que se dieron en el área en el 2000, entre otros acontecimientos, las grandes oportunidades de negocios a largo plazo no pueden ser ignoradas por las grandes inversionistas extranjeras. El Banco Mundial pronostica un incremento en la economía regional y la multinacionalización de los negocios está abriendo nuevas vías para el crecimiento. Brasil ocupa el sexto puesto en la lista de los principales destinos de inversión extranjera
La incorporación de Venezuela al MERCOSUR, tienen que ver, no sólo, con la revalorización de la ecuación energética regional, sino también con la capacidad financiera del nuevo socio y el impacto que ello comporta para acometer proyectos de envergadura como el gasoducto que uniría las reservas gasíferas de los países suramericanos. A ello se agregan iniciativas como la construcción y repotenciación de refinerías, suministros de crudo en condiciones financieras más favorables, entre otras.
Así sintetizaba las potencialidades de Venezuela el Presidente la Comisión de Representantes Permanentes del MERCOSUR: “El país caribeño posee las reservas petrolíferas más importantes del continente y las gasíferas más importantes de América del Sur. Esta situación es clave a la hora de diseñar estrategias para una mayor autonomía relativa de la región en el escenario internacional, vertebrarla energéticamente y asegurar una estrategia de desarrollo sustentable en el mediano y largo plazo en cada uno de nuestros países.”
Nuevos negocios para la burguesía y el capital internacional
Esta incorporación significará la conformación de un mercado ampliado, con nuevas posibilidades de negocios para las burguesías brasilera y argentina y las transnacionales instaladas en estos países, que tienen en Venezuela a un país con importantes reservas energéticas y gran vocación importadora debido al carácter marcadamente primario de su economía. Lo que puede ser un punto de apoyo en momentos en que la crisis internacional enturbia las perspectivas comerciales sudamericanas. Es así como llega Hugo Chávez a Brasilia con un contrato por 900 millones de dólares para comprar a la brasilera Embraer (fabricante aeronáutico) 20 aviones comerciales. Llega también con la promesa de importantes beneficios energéticos para Argentina, que importa fuel-oil de Venezuela y tiene expectativas en el negocio de la extracción petrolera en la Franja del Orinoco. Todo un juego de seducción hacia las burguesías del Cono Sur, que seguramente se verá complementado con una adaptación de su política comercial hacia el capital extranjero y otros aspectos de su legislación aduanera, comercial y laboral al régimen más «amistoso» de Brasil y Argentina.
Qué significa para los trabajadores y el pueblo pobre
Los presidentes reunidos en Brasilia han hecho un llamado a sus empresarios a aprovechar esta gran oportunidad de negocios, ubicándolos como actores centrales de esta integración, enarbolando las banderas de la cooperación y complementariedad productiva. Así lo hizo en el Teatro Municipal de Caracas, en un discurso en San Cristóbal, en cadena de radio y televisión el presidente Chávez a empresarios, banqueros y al capital extranjero, Sin embargo, son los mismos actores que día a día explotan a los trabajadores brasileros, argentinos, venezolanos, etc.
La integración que proponen las burguesías suramericana del Mercosur no es la que necesitamos los trabajadores, porque no modificarán en nada la política de redistribuir las migajas que caigan de los buenos negocios burgueses a través de las “bolsas familia” de Lula o las “asignaciones por hijo” de Cristina, en argentina. los sindicatos del metro de Buenos Aires tuvieron que ir a La huelga, la más larga de la historia de este servicio, reclamaban un alza salarial del 28 % y no se somete la conciliación obligatoria dictada por el Gobierno de Buenos Aires, mecanismo legal que permite la intervención del estado en las huelga.
La presidenta Dilma Rousseff ha tenido que forcejear con las huelgas, que se han multiplicado desde que hace ya más de dos meses comenzó la de los profesores de las universidades federales de Brasil. La huelga alcanza ya a 30 organismos federales y según los sindicatos tiene a 350.000 empleados públicos federales de brazos cruzados, lo que ha afectado a carreteras, puertos y aeropuertos de todo el país. Los primeros días de agosto se manifestaron frente al Palacio Presidencial, en Brasilia, y se enfrentaron con la policía, que los dispersó con gases lacrimógenos.
Dilma se vio hostigada en su visita a la ciudad de Rio Pardo de Minas, La mandataria, recibió silbidos y fue rodeada con carteles de protesta, y advirtió de que la crisis internacional, que también está afectando a Brasil, no permite ahora los aumentos de sueldos exigidos por los sindicatos de los funcionarios federales.la Central Única de los Trabajadores (CUT), bajo la dirección política, el Partido de los Trabajadores, que es principal convocante, junto con dos pequeños partidos opositores de izquierdas, de la huelga a la que se han sumado 350.000 funcionarios
En Venezuela. El aumento de la conflictividad laboral se expresa en protestas con un alto índice de requerimiento de mejoras laborales, situación de los tercerizados y de exigencias por la discusión de los contratos colectivos. En Guayana, salud que representan a más 400,000 trabajadores, carbones de la guajira, cementero, los peaje, la administración pública, industria polar de alimentos, agro patria, los trabajadores se movilizan a diario, convenciones colectivas algunas de las cuáles tienen varios años vencidas, además de la intervención de cuerpos de seguridad citando a los dirigentes sindicales para amedrentarlos, la apertura de juicios que criminalizan la protesta.
Desde el colectivo el trabajadores C.T.R, reconocemos los avances en los esfuerzos de integración regional autónoma, como los planteados en el ALBA, UNASUR y la Comunidad de Estados de Latinoamérica y del Caribe, CELAC, estamos, por medidas que defiendan a la nación de la crisis mundial reforzando su industrialización y mercado interno. La integración de los pueblos de Latinoamérica sobre la base de la ruptura con la política dictada por el imperialismo y aplicada servilmente por muchos gobiernos de la región.
Los trabajadores y los sectores populares seguimos apostando por un cambio de ‘modelo económico, que elimine la propiedad privada sobres los medios de producción, un plan de acción continental para enfrentar al capitalismo. Ese plan de acción es hoy más urgente que nunca ante los efectos inexorables que tendrán la crisis capitalista mundial en la región y la ofensiva de las transnacionales sobre América Latina y el Caribe