Rafael Febles Fajardo
Dicho esto, valdría la pena preguntarse, es que acaso el capitalismo en su esencia puede ser considerado como social en aplicación y argumentos. Indudablemente que no, porquè lo decimos y de manera definitiva; hagamos un ejercicio de la economía mundial en los últimos treinta años, el capitalismo valiéndose de la llamada social democracia creo el Estado del Bienestar, permitiendo que este asumiera ciertos atributos que le confirieron “cercanía” con lo social, se apostò en nuestros países por la tripartita como manera de mantener a los sindicatos en la esfera deseada, convirtiéndose estos últimos en paladines de la frustaciòn de reivindicaciones laborales y un amplio poder corruptivo y corruptor. En Europa esta concesión se realizò de manera mas simplista sin ignorar los aspectos anteriores generados a lo interno de los grandes sindicatos. En los Estados Unidos, sabemos cual ha sido el papel de los sindicatos al convertirse en corporaciones al servicio y ocio capitalista.
Fundamental para definir al capitalismo como ideología es abordar el papel del Estado y sus consecuencias. El liberalismo económico le diò ciertos elementos ajenos al devenir social, cuando lo acepta solo como mediador entre el capital y el trabajo, con la finalidad de acabar con los intentos de lucha de los y las trabajadores, un Estado luego de la Segunda Guerra Mundial con atribuciones reguladoras de la actividad económica y financiera, coincidiendo en el tiempo con el Estado del Bienestar mencionado. Esto durò hasta entrados los años setenta del siglo XX.
Los celebres presidentes de la Reserva Federal en norteamerica propusieron paulatinamente y sin pausa, una tendencia generalizada hacia las desregulaciones en el sector financiero de la economía, dejando al Estado fuera del juego. En nuestro concepto esto se convirtió en el inicio de lo que hoy conocemos como crisis financiera teniendo como protagonista principal el sector inmobiliario y la sobresaturación de una buena parte de la banca privada, alcanzando como rebote la quiebra paradigmática de Goldman Sachs, el preludio de algo peor, considerando lo que esta ocurriendo hoy día en las economías desarrolladas cuyo adalid esta fuera de control, aunque traten de remediarlo de distintas maneras.
El gasto desmedido de gobiernos, deudas sistemàticas y recurrentes produjeron lo que hoy conocemos como la crisis de la deuda, donde bancos privados interrrelacionados internacionalmente y dirigidos por la “alianza” Wall Street y City en Inglaterra, son los acreedores universales de la deuda de países, amèn que de igual manera estos endeudamientos y el gasto excesivo y sin control de gobiernos nacionales, regionales y locales produjeron otro fenómeno de estos tiempos como son los déficits públicos que tienen en jaque a gobiernos en Europa y buena parte del mundo.
Como resultado al presente análisis podemos decir que la economía capitalista no puede aplicar una economía social sencillamente porque no es su naturaleza.