Vallejo es el rostro más carismático y mediático del movimiento social de este país. Desde la presidencia de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), fue parte fundamental del movimiento de alumnos universitarios y secundarios que en 2011 impulsó las mayores protestas sociales registradas desde la recuperación de la democracia en 1990.
En entrevista con IPS, esta joven de 24 años y también integrante de las Juventudes Comunistas de Chile aseguró que no es partidaria de replicar modelos o estrategias en la región, aunque sí cree que “otro mundo es posible”. En esa línea, asegura que América Latina va por un buen camino, pavimentado por los gobiernos progresistas de varios países.
IPS: Los jóvenes marcaron la agenda política en Chile en 2011, ¿cree que es importante que asuman un rol desde la representación popular?
CAMILA VALLEJO: Es fundamental. De ahí que miro con muy buenos ojos la candidatura (por el Partido Comunista) de Camilo Ballesteros (25 años) para alcalde de la comuna de Estación Central. Fue un excelente líder y será un excelente gobernante.
Además, la Universidad Santiago de Chile, en la que Camilo fue presidente de la Federación de Estudiantes, queda en el corazón de la comuna, y estoy segura que tendrá una gran capacidad de traspasar todo el valor agregado que significa tener en su espacio un centro educativo tan importante, algo que las gestiones de derecha hasta la fecha nunca han logrado.
IPS: ¿Está dispuesta a asumir un rol de esa naturaleza, por ejemplo, en el parlamento?
CV: Yo ya he dicho en medios de comunicación nacionales que sí, estoy dispuesta, pero que eso está muy lejos de ser en sí mismo un objetivo. La meta es que el país se democratice, que acabemos con la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet y que una asamblea constituyente funde una nueva carta magna.
Que terminemos con el sistema electoral binominal (dos legisladores más votados por distrito), que nacionalicemos nuestros recursos naturales, que tengamos educación pública gratuita y de calidad y derechos sociales. Esos son los objetivos y yo quiero contribuir en ello en el lugar que sea necesario.
IPS: Algunos estudiantes llaman a boicotear las elecciones municipales, ¿qué opina al respecto?
CV: Es un error. La Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios, al proponer esto, señala una profecía autocumplida de una derrota, pues las elecciones se realizarán de todas maneras.
Solo quizás logren que algunos jóvenes no voten, lo cual a su vez constituye en un retroceso para la influencia que tiene que ir tomando el movimiento estudiantil en la esfera institucional.
IPS: ¿Coincide con quienes dicen que el movimiento estudiantil se ha desgastado o que hay cansancio porque no se cumplen los objetivos?
CV: El movimiento estudiantil tuvo el primer semestre (de este año) un actuar errático que lo terminó aislando de otros actores sociales. Se hicieron los procesos de discusión, crítica y autocrítica, y el martes 28 tuvimos una gran convocatoria, que demostró fuerza, fue masivo. La familia chilena volvió a salir a las calles.
Respecto a qué hacer para evitar un desgaste, hay que resguardar la unidad con amplios sectores sociales.
IPS: ¿Qué es ser comunista hoy en medio de un movimiento social que parece sentirse ajeno a los partidos y a la acción política tradicional?
CV: No comparto esa visión sobre el movimiento social chileno. Además, yo no soy una comunista inserta en un movimiento social ajeno a mí. Yo soy parte de él, así como también todos mis compañeros de las Juventudes Comunistas y del Partido Comunista. Integramos este movimiento desde todas partes.
A su vez, en cada fábrica, empresa, sindicato, junta de vecino o incluso en el parlamento de Chile, en cada lugar donde hay un comunista se está luchando para que este movimiento social triunfe.
IPS: ¿Cree que hoy existe un modelo político distinto en otros países? Para muchos el lema es “otro mundo es posible”, pero ¿cómo se configura ese postulado?
CV: La experiencia de cada país es particular, y no es bueno andar replicando modelos. Los neoliberales llevan años tratando de replicar “el sueño americano (por Estados Unidos)” en América Latina, lo cual ha traído pobreza, desigualdad, falta de educación, miseria. Sin embargo, de todas las experiencias hay algo que aprender.
Otro mundo es posible en la medida que cada sociedad logre su camino propio hacia una mayor democracia y conquista de derechos sociales, como educación y salud gratuita, vivienda digna y una vida armoniosa con el ambiente.
IPS: En función del liderazgo estudiantil, su figura trascendió las fronteras de Chile y, por ello, pudo constatar la situación en América Latina. ¿Cómo ve los distintos procesos de cambio?
CV: Creo que la situación general en la región es bastante positiva. Gobiernos progresistas han logrado avanzar en mayor integración económica, social y política a través de espacios como la Unión de Naciones Suramericanas, el Mercado Común del Sur (Mercosur) o la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
Chile, si bien se ha sumado a estos espacios, va a contrapelo de la mayoría de los países de América del Sur, con un gobierno populista de derecha.