Se espera un fuerte impacto ambiental

Depués de la aprobación del Gobierno de la provincia de Córdoba, ya que al parecer la empresa cumple con los requisitos exigidos por la legislación del Ministerio de Agua, Ambiente y Energía, los vecinos de Malvinas Argentinas continúan pidiendo informes sobre la construcción de la planta de embolsado de semillas, ya que consideran que producirá un fuerte impacto ambiental.

Autor: lmcordoba / Agencias


Córdoba, 6 de septiembre de 2012.- El gobierno cordobés habilitó a la empresa Monsanto a construir una planta de acondicionamiento y embolsado de semillas de maíz, luego de haber cumplido la compañía con los requisitos exigidos por la legislación vigente en la materia.

El Ministerio de Agua, Ambiente y Energía informó que ya aprobó el denominado `Aviso de Proyecto`, que se exige en Córdoba, por lo que ahora, antes de que la empresa comience su fase operativa, deberá «presentar un Estudio de Impacto Ambiental, que deberá ser evaluado por la cartera ambiental».

 

La planta, de características similares a la que la compañía tiene en la localidad de Rojas (Provincia de Buenos Aires), se construirá en un predio de 27 hectáreas, ubicado sobre la Ruta Provincial A 188.

Tomamos todos los recaudos técnicos y legales con el fin de preservar los aspectos sociales y ambientales. Además de solicitar todos los requisitos previstos por la ley, nuestros técnicos visitaron la planta de Rojas, para constatar su funcionamiento y la recepción de la comunidad ante el emprendimientos, explicó a la prensa Manuel Calvo, ministro de Agua, Ambiente y Energía.

La obra cuenta con la prefactibilidad dispuesta por la Municipalidad de Malvinas Argentinas y, debido a su magnitud, su desarrollo está previsto en cuatro etapas.

El Aviso de Proyecto autorizado corresponde a la primera etapa y la empresa deberá cumplir con el mismo trámite cada vez que avance con la etapa siguiente, en el marco de un proyecto global que supondrá una inversión de 1.600 millones de pesos.

De acuerdo con la empresa, la obra, que estará inaugurada en diciembre de 2013, supondrá la creación de 400 nuevos puestos de trabajo y llegará a triplicarse en época de campaña de maíz.

Por su parte, el viernes pasado el Colectivo «Malvinas Lucha por la Vida» se concentró en la rotonda de la Ruta 19 y luego marchó por la ciudad hacia el terreno donde se instalará la planta agroquímica. Indicaron que presentarán un proyecto de referéndum al intendente para que «la ciudadanía decida» sobre la llegada de la empresa multinacional.

 

Una multinacional


Monsanto fue fundada en 1901 en Missouri, Estados Unidos. En sus inicios distribuía sacarina, en los años ‘20 expandió negocios a la química industrial y luego a los plásticos.

En los ‘70 comenzó a desarrollar herbicidas y poco después biotecnología, áreas que hoy son su fuerte. Produce el glifosato (bajo la marca Roundup), tan utilizado en la agricultura como cuestionado por su impacto ambiental. La firma remarca que está calificado como de los de menos riesgo (categoría IV).

Es la mayor productora mundial de semillas genéticamente modificadas (preparadas para resistir herbicidas), sobre las que detenta patentes. En la Unión Europea (salvo dos países) el uso de esa clase de semillas no se permite, pero en otros, como Argentina, está admitido desde 1996 y hoy masivamente difundido. El posible efecto perjudicial sobre la salud humana de estos alimentos es un tema en arduo debate.

A Monsanto se la cuestiona, además, por sus prácticas empresariales (por ejemplo, participar en la elaboración del agente naranja, un químico usado en la guerra de Vietnam para destruir la selva que causó numerosas muertes y malformaciones, incluso a soldados estadounidenses).

Por otra parte, Argentina viene promoviendo el uso de biotecnología en el agro, y acaba de autorizar la venta en el país de la soja RR2, la última semilla genéticamente modificada patentada por Monsanto que, se promociona, eleva sensiblemente el rinde por hectárea. Desde esta perspectiva, la biotecnología se valora para elevar la producción de alimentos.

 

Vecinos y otras organizaciones resisten con marchas


Aglutinados en la asamblea “Malvinas Lucha por la vida”, habitantes de Malvinas Argentinas, de Monte Cristo, Capital y otras localidades, y organizaciones sociales y ambientalistas se vienen aglutinando en resistencia de la radicación de Monsanto.

“Por un lado, rechazamos el montaje de esa planta, que manipula semillas envenenadas y que tiene muchos puntos ciegos, como la baja calidad del empleo que ofrecerá, su uso de agua, etc. El progreso que enferma y mata no es progreso”, explicó Matías Marizza, miembro de la asamblea. “La segunda resistencia que hacemos es al modelo que encarna Monsanto: el uso de transgénicos en el campo. No queremos acá ni en ningún lado una empresa que colabore con la expansión de este modelo agropecuario que excluye pequeños productores y agota los recursos naturales”, agregó.

El viernes, un grupo se concentró sobre ruta 19 y repartió folletos explicativos a conductores y peatones, y luego marchó por la localidad para replicar la acción en la ruta A88. El colectivo anti Monsanto planea acciones similares para esta y la próxima semana, y el 17 de setiembre se sumará con una marcha callejera en Córdoba capital a una protesta de rechazo mundial a Monsanto.

“Malvinas, Lucha por la Vida” realiza asambleas todos los miércoles en diferentes lugares de Malvinas y difunde sus reuniones, acciones y otros materiales informativos en su Facebook, que se llama como el grupo: Malvinas Lucha por la Vida.

Entre otros referentes, las Madres de Barrio Ituzaingó Anexo, protagonistas del histórico juicio que terminó con un fallo condenatorio por aplicación ilegal de agrotóxicos en un campo, se manifestaron en respaldo de la resistencia de los vecinos de Malvinas Argentinas.