Cristina Fernández

 

Olivos, 8 de septiembre de 2012

 

Sr. Pte. de la Organización Techint

Dn. Paolo Rocca

 

De mi consideración: He recibido en el día de ayer, vuestra carta referida –como Ud. mismo lo indica en el primer párrafo de la misma– a: “supuestas declaraciones mías relativas a la situación de la industria en nuestro país” (sic), ante 15 miembros de la Academia Argentina de la Ingeniería.

A continuación Ud. relata lo que “habría” dicho realmente en el evento señalado. Sabrá disculpar el verbo potencial que utilizo –que por cierto nada tiene que ver con la intencionalidad con la cual cierto periodismo utiliza dicha herramienta– y que sólo se debe al hecho objetivo de no haber estado presente en dicha ocasión.

Sin embargo no puedo dejar de señalar que si bien comparto algunas de sus evaluaciones y disiento con otras –a partir de los concretos números de nuestra economía, de nuestra industria, y de los de su propio holding empresarial, en una de cuyas empresas el Estado Nacional posee casi el 26 por ciento de las acciones– no es éste el motivo que me mueve a enviarle la presente.

En efecto, sin perjuicio de diferencias y coincidencias, que por otra parte es natural que siempre existan, dados los lugares que ambos ocupamos, no puedo dejar de acordar con Ud. conceptualmente –y por ser objeto constante de estas prácticas seudo periodísticas– en el anteúltimo párrafo de su misiva, en donde señala: “podemos tener diferencias de opiniones, pero no hacemos operaciones políticas y creemos en el diálogo abierto y transparente, en línea con lo que usted misma expresó en ocasión de la Conferencia Industrial el año pasado”.

También resulta revelador la primera parte de dicho párrafo cuando señala: “Una periodista, que no logró acceder a la reunión, buscó información sobre el contenido de la discusión de uno de los participantes, y lo elaboró a su manera, sin ningún contacto conmigo o con alguien de nuestra organización”.

Como Ud. habrá observado, la nota a la que yo hice referencia públicamente –y que motivó la carta que Ud. me enviara– apareció en el diario Clarín del día 5 de septiembre del corriente, pág. 22.

La misma carece de firma, por lo que hace directamente responsable de lo publicado a la Dirección de dicho diario. Aclaro esto para no caer en la tentación, fácil o cómplice, de creer que todo es responsabilidad de algún periodista sin códigos.

Finalmente, me siento con la obligación de comunicarle a Ud. que daré carácter público a ambas cartas. La suya y la mía. En la comprensión de que las instituciones, sean privadas –como la que Ud. preside– o públicas, como en mi caso, como así también los más de cuarenta millones de argentinos, merecen tener acceso a una información veraz y sobre todas las cosas:

Conocer los “modus operandi” de cierto monopolio –éste sí de carácter ilegal– que aún subsiste en nuestra querida Patria.

Sin más, saludo a Ud. con consideración.

 

fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/1-60399-2012-09-09.html