La filial brasileña de la cadena de ropa Zara ha sido excluída del Pacto Nacional contra el trabajo Esclavo (PORT), una campaña de responsabilidad social corporativa suscrita en Brasil entre la Organización Internacional del Trabajo y diversas empresas, muchas de ellas multinacionales.
El comité de seguimiento del pacto difundió la pasada semana un comunicado en el que explicaba que la medida se debía a la insistencia de la filial brasileña en pedir la inconstitucionalidad de una lista negra de proveedores elaborada por el departamento brasileño de Trabajo.
Según el comité de seguimiento del Pacto, Zara Brasil ha presentado y mantiene diversas acciones judiciales en este sentido ante el juzgado número 3 de lo laboral de Sao Paulo. Según indica este comunicado, dicho tribunal ya ha dictado «una medida cautelar por la que las proveedoras de Zara Brasil no se incluirán en la «lista negra» del trabajo esclavo.
La decisión llega justo un año después de que las autoridades laborales brasileñas hicieran público que investigaban a la multinacional española por 52 casos de infracción de las normativas laborales brasileñas, entre las que se encontraba al menos una proveedora que empleaba mano de obra en condiciones de esclavitud.
En diciembre de 2011, un mes después de firmar el Pacto Nacional contra el Trabajo Esclavo (PORT), la cadena de Inditex llegaba un acuerdo con el Gobierno brasileño por el que se comprometía a invertir en «acciones sociales» 1,4 millones de euros y a controlar las condiciones de trabajo en sus proveedoras. El compromiso firmado en el Pacto hablaba de 48 proveedoras de la multinacional en territorio brasileño.