Pagina12
Los acreedores recibieron 2198 millones de dólares. Los fondos salieron de las reservas del Banco Central, las cuales retrocedieron hasta 45 mil millones de dólares. “Es el dinero que debían haber devuelto los bancos”, había definido la Presidenta.
“Terminamos de pagar el corralito. Sin deuda, somos más libres.” La leyenda puede encontrarse desde ayer temprano en la página web del Ministerio de Economía, con la cual oficializa el pago del último vencimiento del Boden 2012, título que se entregó a los ahorristas a quienes se les confiscaron sus depósitos en dólares en 2001. El Gobierno desembolsó 2198 millones de dólares, provenientes del Fondo de Desendeudamiento, para cumplir con este compromiso. Con la transferencia, el stock de reservas internacionales –del cual se nutre el Fondea– se redujo en 1715 millones de dólares, a 45.002 millones. La operación recibió el apoyo de distintos sectores empresarios y el mercado reflejó cierto optimismo (ver aparte).
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner había destacado anteayer el pago de la última cuota y la vuelta de página del corralito y corralón bancarios. El Gobierno abonó en tiempo y forma los sucesivos vencimientos desde 2005 y no había elementos que hicieran prever que esta vez fuese distinto. “Este es el dinero que debían haber devuelto los bancos a los ciudadanos y ciudadanas argentinas”, dijo la jefa de Estado durante su alocución en la Bolsa.
Los Boden (bonos operativos del Estado nacional) fueron emitidos durante la presidencia de Eduardo Duhalde, luego de que prometiese que devolvería los dólares a los depositantes. Sin embargo, la opción que tuvieron los ahorristas fue aceptar estos títulos o la pesificación de sus colocaciones a 1,40 más CER por dólar. Con el Boden 2012, el Estado se comprometió a pagar el capital en ocho cuotas anuales, con un período de gracia de 42 meses, con lo cual la primera cuota de cancelación fue abonada durante la presidencia de Néstor Kirchner, el 3 de agosto de 2005. La emisión nominal fue por 11.770 millones de dólares y el Estado abonó por estos papeles unos 21.800 millones. Con este pago, el peso de la deuda en moneda extranjera sobre el producto interno bruto se redujo a 8,4 por ciento. Previo a este pago, la relación se encontraba en un 9,6 por ciento, lejos del 92 por ciento que exhibía en 2002.
El impacto en el nivel de reservas, con una caída en torno de los 1700 millones de dólares –ayer el Banco Central absorbió del mercado cambiario 100 millones–, se explica por la composición de la tenencia de los Boden. Según explicó el jueves la Presidenta, sólo el 22 por ciento de la emisión se encontraba en manos de ahorristas locales, el resto se distribuía entre grandes inversores del exterior. “Sólo se transfirió lo que está colocado en el exterior”, explicaron desde el BCRA. El pago a locales se realiza vía transferencia a las distintas cuentas bancarias de los tenedores, con lo cual se sigue contabilizando hasta su retiro como reservas.
“El anuncio de la Presidenta le cierra la boca al coro permanente que acompaña la cadena del desánimo y el miedo. Todos los años para esta fecha repetían que no se iba a pagar la cuota del Boden. Este año se paga la última cuota. Esto muestra a las claras la capacidad para crear un futuro para todos los argentinos”, expresó el vicepresidente Amado Boudou en declaraciones a la prensa.
Las cámaras de pequeñas y medianas empresas coincidieron en el envío de señales de apoyo por la medida. El establishment empresario había sido invitado al acto en la Bolsa. Las entidades nucleadas en la Confederación General Empresaria (Cgera) manifestaron que la cancelación del Boden 2012 demuestra la “sólida convicción del Gobierno de sostener la independencia económica, que dará confianza y permitirá mayores inversiones”. Desde la Federación Económica de la provincia de Buenos Aires (FEBA), su presidente, Raúl Lamacchia, sostuvo que “las palabras de la presidenta Cristina Fernández han sido una corriente de aire fresco sobre el panorama socioeconómico de la Argentina”, en contraposición a la situación de “incertidumbre” que los gurúes insisten en señalar. Por último, las pequeñas y micro empresas de Santa Fe consideraron que el fin del Boden “aporta más libertad al país”, coincidiendo con el banner en la página electrónica de Economía.