En una advertencia inesperadamente dura, el Ministerio de Economía alemán señaló que la baja del crecimiento y una fuerte caída en la confianza empresarial en los últimos meses apuntan a “riesgos significativos” para el panorama venidero.
El informe mensual del Ministerio de Economía alemán difundido este 10 de agosto produjo una señal de alerta sobre la posibilidad de recesión futura. En tanto, el gobierno alemán analiza la convocatoria de un referéndum para definir qué hacer ante un eventual derrumbe del euro.
Según el informe, en el segundo trimestre del 2012, la economía de este país creció moderadamente, entre 0,2 por ciento y 0,5 por ciento, lo que implica un estancamiento y enciende alertas sobre una eventual recesión futura. Por otra parte, en julio el país tuvo una inflación de 1,7 por ciento anual y del 0,4 mensual, los valores más bajos desde fines de 2010. “Después del crecimiento robusto del primer trimestre, la dinámica se debilitó, según las expectativas, frente a un desarrollo de desaceleración también sobre el plano internacional”, reflejó el análisis de la cartera de Economía. El martes, el ministerio hará pública una primera estimación relativa a los meses abril-junio. “La economía alemana se demostró de nuevo decididamente robusta en un contexto europeo difícil”, señaló el reporte. “Sobre todo la crisis de la deuda en algunos países de la Zona Euro aparece de nuevo gravosa, difunde inseguridad y comporta una desaceleración de la economía”, indicó. En una advertencia inesperadamente dura, el ministerio señaló que esas cifras y una fuerte caída en la confianza empresarial en los últimos meses apuntan a “riesgos significativos” para el panorama venidero. La oficina de estadística federal (Distatis) informó, en tanto, que las cifras de inflación difundidas ayer confirmaron las estimaciones provisorias emitidas el 27 de julio. A estos datos se suma que ningún país de la Unión Europea (UE) tiene tan pocos jóvenes desocupados como Alemania. Así surge de los datos difundidos ayer por Destatis. Según los investigadores, en Alemania hay actualmente 350 mil jóvenes de entre 15 y 24 años sin trabajo, que equivalen al 7,9 por ciento de los jóvenes alemanes activos. Con ese resultado, Alemania se distancia de la media europea de jóvenes sin empleo que, según la oficina estadística Eurostat, es del 22,6 por ciento. La situación más grave en esta materia se registra en España y Grecia, dos de los países de la Zona Euro con problemas graves de endeudamiento, ambos con una desocupación juvenil que orilla el 53 por ciento.
La desaceleración acarrea riesgos políticos para la canciller alemana, Angela Merkel, quien buscará un tercer mandato en las elecciones del 2013, y podría influir en la opinión pública sobre su estrategia para combatir la crisis. Una fecha clave para la canciller es el 12 de septiembre, será ese día cuando el Tribunal Constitucional alemán dé a conocer su fallo sobre la legitimidad del pacto fiscal y del fondo permanente de rescate, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). Los meses que vendrán serán duros para Merkel, también a nivel interno. Su proyecto de abandono de la energía nuclear y apostar por más fuentes renovables avanza a paso lento. Los miembros de la coalición se pelean por un subsidio familiar, rebajas de impuestos o la equiparación impositiva de las uniones de homosexuales. Dentro de su partido, la Unión Cristiana Demócrata (CDU), nadie osa criticarla por sus altos niveles de popularidad –muy por encima de los de su propia agrupación–, aunque en las bases se está gestando un debate sobre los diversos virajes de posición y la gran pregunta de cuán conservadora sigue siendo la CDU.
Poco le pueden importar estas discusiones al resto de Europa, a los que les interesa la postura que adoptará Alemania en la escalada de la crisis de la deuda. En este sentido, el jefe del grupo parlamentario del Partido Liberal (FDP), Rainer Brüderle, uno de los líderes de la coalición de centroderecha que dirige Merkel, aclaró el panorama. “Podemos llegar al punto de que sea necesario un plebiscito sobre Europa”, anticipó. El desarrollo de la crisis determinará cuánta soberanía deberán ceder los países de la Unión Europea a Bruselas, explicó el ex ministro de economía al diario Hamburger Abendblatt. Por su lado, el presidente de la Unión Social Cristiana (CSU), la rama bávara de los democristianos de Merkel, Horst Seehofer, demandó que se someta a voluntad popular la propuesta de emitir bonos de deuda conjunta.