Autor: Telam

3 de agosto.- España elevó a 102.149 millones de euros el ajuste prometido a Bruselas hasta 2014, mientras Rajoy aseguró que no tomará ninguna decisión sobre un eventual rescate hasta que el Banco Central Europeo aclare sus medidas para estabilizar la zona euro.

Con los mercados pendientes de una señal, Rajoy afirmó que aún no pedirá el rescate, pero tampoco lo descartó, al tiempo que garantizó su «firme» compromiso con las políticas de ajuste y reformas neoliberales impulsadas desde Bruselas, al hablar en conferencia de prensa en el Palacio de La Moncloa, en la que hizo balance de sus primeros siete meses en el poder.

El encuentro con la prensa tuvo lugar tras la habitual reunión del Consejo de Ministros de los viernes, en la que se aprobó el plan presupuestario 2013-2014 que el Ejecutivo remitió a la Comisión Europea (CE) y que cifra el ajuste total acumulado (desde 2012) en 102.149 millones de euros, lo que equivale casi al 10% del PIB (Producto Interior Bruto).

 

La voluntad de Rajoy de profundizar los recortes pesó más que su resistencia a anunciar el esperado rescate, ya que los mercados relajaron su presión sobre la deuda pública, lo que se tradujo en un retroceso del riesgo país, que cerró en 550 puntos, 50 menos que en la apertura.

En rendimiento del bono a diez años se situó también por debajo del fatídico 7% (6,92%), que obliga a una intervención total de la economía similar a la de Grecia, Irlanda y Portugal para evitar el default.

Asimismo, la bolsa de Madrid cerró con una suba del 6%, la segunda mayor del año, lo que permitió contrarrestar el catastrófico comportamiento de ayer, cuando el IBEX 35, principal indicador, cayó más de un 5%.

El presidente del BCE, el italiano Mario Draghi, fue el responsable de rebajar esta semana las expectativas en torno a la posibilidad de intervención del organismo en los mercados de deuda para frenar el acoso de los inversores a los países más débiles de la zona euro, España e Italia, que vieron como se incrementaban sus costos de financiación a niveles insostenibles.

Draghi afirmó que el BCE acudirá en ayuda de los países en problemas, pero que estos a su vez deberán solicitar al fondo de rescate europeo que también se lance a comprar deuda en el mercado.

Esto significa que Rajoy debe pedir formalmente la intervención del fondo europeo, algo a lo que se resiste, porque, de la misma forma que un rescate, viene acompañado de condicionalidades macroeconómicas y supondrá un elevado costo político.

«Yo no tengo tomada ninguna decisión», subrayó hoy Rajoy en conferencia de prensa, aunque, acto seguido, aclaró que hará «lo que convenga al interés general de los españoles.

«Draghi anunció que tomaría medidas no convencionales y quiero conocer esas medidas, qué significan, qué se pretende, si son adecuadas», agregó el Jefe del Ejecutivo, sin descartar ninguna posibilidad.

En su intervención, Rajoy defendió las recetas neoliberales para sacar al país de la crisis, aunque reconoció que los recortes, «indispensables» para reducir el déficit y pagar la deuda externa del país, aún no tuvieron los efectos esperados.

El desempleo escaló en España hasta el 24,6% de la población activa en el segundo trimestre del año- casi 5,7 millones de personas, y la recesión se profundizó.

«El gobierno sabe a dónde va», y «sabe lo que tiene que hacer», remarcó, y añadió: «los resultados llegarán más pronto que tarde».

Rajoy, que en la rueda de prensa no dijo nada sobre el plan de ajuste presentado a Bruselas, respondió a preguntas de los periodistas, que no tiene intenciones de bajar las pensiones el próximo año y no aclaró si su gobierno renovará los subsidios de 400 euros para los desempleados de larga duración, que se vence el próximo 15 de agosto.

En tanto, el plan enviado a la UE con una semana de retraso, era una condición impuesta por Bruselas para que España pudiera aplazar un año, hasta 2014, el cumplimiento del objetivo de déficit de la UE, del 3% del PBI.

Del total del ajuste conjunto entre aumento de ingresos y recorte de gastos, 38.956 millones corresponden a 2013 y 50.100 millones a 2014, detalló el Ejecutivo en un comunicado. A esto se le suman 13.118 millones de 2012.

Además, el gobierno explicó que en el ajuste están incluidas las medidas aprobadas en julio por un impacto equivalente a 65.000 millones de euros.

Por lo tanto, el grueso del ajuste está concentrado en las medidas ya conocida -la suba del IVA (del 18 al 21%), la supresión del pago de Navidad de los empleados públicos, la reducción del subsidio de desempleo y la supresión de bonificaciones a la contratación.

La novedad es que el gobierno indica que los recortes de sanidad y educación, que fueron cifrados en 10.000 millones de euros, se elevan ahora a 15.000 millones, lo que supondrá un ajuste adicional de 5.000 millones.

El mapa del ajuste se complementa con los planes de equilibrio de las comunidades autónomas y ayuntamientos, de unos 18.000 millones de euros.