La presidenta brasileña dijo al respecto: “La entrada de Venezuela al bloque abre nuevos espacios para el comercio, para la integración productiva y las inversiones. Venezuela tiene las mayores reservas probadas de petróleo del mundo, pero necesita avanzar en su industrialización”. Igualmente, la de Argentina manifestó que el ingreso de Venezuela implica: “…energía, minerales, alimentos, ciencia y tecnología; esto lo tenemos y depende de nuestra inteligencia y de nuestras sociedades porque esto, es cultural”.
El Presidente Chávez, luchador incansable por la unidad de Nuestra América, expresó con orgullo y pasión patria: “… es la más grande oportunidad histórica que en 200 años se nos presenta… para salir del modelo petrolero e impulsar el desarrollo agrícola en Venezuela, así como la minería y el turismo… Antes éramos el patio trasero de EEUU y ahora somos cabeza del Mercosur, extendiéndose desde el cono sur hasta el Caribe…Venezuela se convierte en el pecho de Latinoamérica… Así como a Venezuela le hacía falta ingresar al bloque regional, al Mercosur también le hacía falta Venezuela”.
Dentro de una coyuntura política que nos lleva a iniciar un nuevo ciclo constitucional, las acertadas estrategias revolucionarias adelantan hoy acciones concretas que, se encuentran plasmadas como objetivos a alcanzar en nuestro nuevo plan para la gestión bolivariana socialista 2013-2019, propuesto por el candidato de la patria.
Dos importantes objetivos históricos de este plan, convergen de manera perfecta para sustentar el ingreso de Venezuela al Mercosur, muy a pesar de las críticas de la derecha nacional e internacional, que pone en tela de juicio la capacidad que tienen nuestras industrias, fábricas y complejos para producir eficientemente y competir justamente en los mercados de la América Latina. El tercer y cuarto objetivo histórico rezan: “III. Convertir a Venezuela en un país potencia en lo social, lo económico y lo político dentro de la gran potencia naciente de América Latina y el Caribe, que garanticen la conformación de una zona de paz en nuestra América; IV.- Contribuir al desarrollo de una nueva geopolítica internacional en la cual tome cuerpo el mundo multicéntrico y pluripolar que permita lograr el equilibrio del Universo y garantizar la paz planetaria”.
Apoyados en otros objetivos nacionales, inmersos en el mismo plan, como: “Consolidar el papel de Venezuela como Potencia Energética Mundial; desarrollar el poderío económico en base al aprovechamiento óptimo de las potencialidades que ofrecen nuestros recursos para la generación de la máxima felicidad de nuestro pueblo…. Profundizar el desarrollo de la nueva geopolítica nacional; continuar desempeñando un papel hegemónico en la construcción de la unión latinoamericana y caribeña y; continuar impulsando el desarrollo de un Mundo multicéntrico y pluripolar sin dominación imperial y con respeto a la autodeterminación de los pueblos”; podemos decir que hemos entrado en un periodo de cambios históricos y de aceleración geopolítica. Parafraseando a nuestro Libertador Simón Bolívar, podemos asegurar que los años que vienen y los acontecimientos futuros, serán superiores a los que hemos presenciado en esta última década.
Es un gran reto histórico que tenemos hoy los venezolanos y venezolanas, con este nuevo paso asentado por la revolución bolivariana. Recordemos que, habiendo sido el principal exportador de petróleo, Venezuela se sumía, antes de la Revolución Socialista, en la desigualdad y la desesperación, con 60% de pobreza y 25% de miseria. Gracias al Proyecto Bolivariano, hoy son otras las perspectivas de vida y dignamente podemos ofrecer a nuestros hermanos países, el desarrollo de una nación que proyecta la construcción de 3 millones de viviendas, la producción disponible de millones de hectáreas para la agricultura, ganadería, pesca y producción de otros rubros; así como que también nos perfilamos como el país que cuenta con la principal reserva de petróleo del mundo, teniendo capacidad para producir otros hidrocarburos, incluyendo la explotación del gas; además de tener otros planes en pleno desarrollo como el ferroviario, autopistas, cadenas productivas complementarias en la manufactura, ciencia y tecnología, turismo, entre otros.
Entramos al Mercosur con pleno derecho, al aplicarse la cláusula democrática prevista para cualquier caso de “ruptura del orden constitucional”, en algún país miembro del bloque regional. Es decir, que con la suspensión de Paraguay, que no implicó ninguna sanción económica, la Cumbre del organismo entendió que Venezuela quedaba habilitada para ingresar al bloque sureño y ahora, la suma de los cinco países, además de constituir más del 80 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de América del Sur, pasa a contar con un territorio de más de 12 millones de kilómetros y donde habitan no menos de 270 millones de personas, complementándose ahora la América del Sur, como una Potencia Continental en diversas índoles.
Sería sumamente absurdo, dudar del camino ya recorrido y el que nos queda por recorrer. Cada período que deja plasmado la Revolución Bolivariana en Venezuela, evidencia las ganas que tenemos de seguir consolidándonos como una patria justa, soberana y desarrollada y solo podremos seguir avanzando si continuamos consolidando el Socialismo Bolivariano. En contraste con otros países del mundo que hoy están sumergidos en lamentables conflictos económicos y sociales, Venezuela sigue retumbando en el universo con la voz firme del desarrollo integral dentro de un sistema más humanitario y de iguales entre iguales, que busca explotar nuestras potencialidades y riquezas, tanto humanas como materiales, para el bienestar de las grandes mayorías de nuestro pueblo.
Como también lo expresó el Comandante Chávez: “Venezuela es un país potencia dentro de una gran potencia, y la gran potencia es Suramérica, incluyendo al Caribe, y el Mercosur es la locomotora de mayor fuerza en lo político, en lo económico, industrial, científico».
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Independencia y Patria Socialista
Viviremos y venceremos
Barinas, 06 de Agosto de 2012