«Una buena fecha para enviar la delegación sería noviembre, seis meses antes de las elecciones en el país», expresó el titular de la OEA, citado por Efe.
De esta manera, Insulza respondió al gobierno de Federico Franco, quien tomó el poder luego del golpe de Estado contra el presidente Fernando Lugo en junio pasado.
La administración paraguaya había solicitado el pasado lunes a la OEA, y a la Unión Europea (UE), el envío de una misión a Asunción para observar el desarrollo del proceso comicial.
Insulza precisó que la próxima semana el secretario de Asuntos Políticos de la OEA, Kevin Casas-Zamora, y el jefe de gabinete de la organización, Hugo de Zela Martínez, viajarán a Paraguay para acordar con las autoridades de facto los trámites para el envío de la misión.
El titular del organismo hemisférico decidió responder afirmativamente a la petición paraguaya, a pesar de que la solicitud fue rechazada por el Consejo Permanente de la OEA en la reunión celebrada hoy en Washington.
El envío de esta nueva misión fue respaldado por Estados Unidos, Canadá, Honduras, Panamá y Costa Rica, en tanto la propuesta fue rechazada por Brasil, Argentina, Uruguay, Venezuela, Bolivia, Ecuador, entre otros.
Estos países reiteraron su petición de que la OEA reconozca que en Paraguay, con el golpe de Estado contra Lugo, hubo una ruptura del orden democrático.
Hasta la fecha, la OEA no ha emitido una resolución concreta sobre el caso paraguayo.
En julio pasado, el organismo envió una misión de observación al país suramericano, encabezada por Insulza, quien emitió un informe favorable al proceso de destitución de Lugo.
Además, en la reunión de la OEA sobre Paraguay, celebrada el 11 de julio, el Secretario General se opuso a suspender a Asunción de este organismo, como lo hicieron la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y el Mercado Común del Sur (Mercosur).