La organización no gubernamental “Unión Estadounidense por las Libertades Civiles” presentó la demanda en nombre de Imane Budlal, la joven de origen marroquí de 26 años de edad.
“Ella vivió dos años bombardeada de insultos racistas como “camella” o “terrorista”, mientras otros la acusaban de “fabricar bombas”. Budlal sufrió también severas críticas por usar el hiyab (prenda de vestir que cubre la cabeza de las mujeres islámicas).
Las autoridades de Disney alegaban que el hiyab de Budlal no cumplía con el “estricto código de vestimenta de la empresa”. Sin embargo, cuando Budlal se ofeció a un llevar hiyab con los colores de su uniforme y el logotipo de Disney, los directivos se negaron y la enviaron a trabajar fuera de la vista de los clientes.
Posteriormente, en 2010, la empresa la despidió cuando se ella se negó a llevar un gran sombrero en la parte superior de su bufanda.
“El sombrero tenía como intención ocultar su identidad religiosa, lo que constituye una burla en contra de sus creencias”, afirmó la Procuradora.
Ante esta demanda, las autoridades de la empresa emitieron una declaración afirmando que “los parques temáticos de Walt Disney tienen un largo historial dando cabida a una variedad de trabajadores con diferentes creencias religiosas”
A pesar de los esfuerzos de la compañía para proyectar una imagen tolerante de sí mismo, el Procurador Richardson dice que el caso demuestra que la empresa practica la discriminación.
La demanda incluye siete cargos en contra de The Walt Disney Company, incluyendo el fracaso para prevenir la discriminación y el acoso y despido injustificado en violación de las políticas públicas.
La parte acusadora busca una orden judicial permanente que obligue a Disney a combatir la discriminación religiosa, así como también la formación de los empleados contra estos flagelos, para evitar que una situación como ésta vuelva a ocurrir.