Ante el veto de Rusia y China, que hace que sea improbable la aprobación de una resolución que autorice una injerencia en Siria, ambos países podrían actuar fuera del marco de la ONU e intervenir, tal como lo hicieron en Kosovo en el año 1999.
“No descartamos nada y tenemos planes de contingencia para un amplio rango de escenarios”, dijo el secretario de Relaciones Exteriores británico, William Hague, en una conferencia de prensa en Naciones Unidas, antes de un encuentro de ministros de Exteriores en el Consejo de Seguridad en la tarde del jueves.
“También tenemos que dejar claro que cualquier cosa parecida a una zona de seguridad requiere intervención militar”, sostuvo Hague.
Francia, que preside el Consejo de Seguridad de la ONU durante agosto, convocó a un encuentro el próximo jueves, al cual asistirán los ministros de Turquía, Líbano, Jordania e Irak, vecinos de Siria.
“Si Assad no cae, entonces tendremos que examinar varias soluciones. Tenemos que ser realistas”, dijo el ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, en la conferencia conjunta con Hague.