Según informa el diario Jornada de Chubut, Torroija era okupa y vivía en un edificio tomado. El año pasado, cuando -producto de la crisis- el movimiento de los “indignados” se extendió por Europa, Juan Pablo y otros okupas fueron desalojados y comenzaron a ser perseguidos por la policía.
Murió en el hospital el 14 de julio pasado, pero el Consulado argentino no fue notificado. El sábado, después de una búsqueda desesperada, su familia se enteró de que llevaba muerto dos semanas y que su cuerpo se encontraba en la morgue judicial de Girona.
La Policía y la justicia local aseguran que Juan Pablo murió en el hospital, tras un intento de suicidio. Pero su familia denuncia que fue asesinado por la policía.
Ahora el consulado argentino en Barcelona exigió a la justicia española conocer las causas y circunstancias de la muerte de Juan Pablo.
“Esta mañana presentamos dos escritos ante los tribunales, uno de ellos pidiendo conocer las causas y circunstancias de la muerte de Torroija y otro para que el cuerpo no sea inhumado”, explicó Felipe lvarez Todelo, cónsul general en Barcelona.
(Con información de DyN y Télam)