Ninguno de los grandes jeques de la MUD podía disimular ayer la inmensa alegría que les embargaba por la tragedia de Amuay. Y sus grandes representantes han vuelto a los partes de guerra que aquí cundieron durante el año 2002.
Ayer estuvo borracha y loca de alegría toda la ultra-derecha mundial.
María Corina Machado no cabía en su piel de lo contenta que se hallaba; entornaba los ojos, apretaba la boca y hacía falsos mohines de agonía, implorando a Dios que fuera más espantosa de lo que las noticias informaban.
Julio Borges, con una sonrisota de oreja a oreja, y con sus típicos inventos de charro impotente, declaraba pleno de gozo: «Hemos contabilizado 77 muertes, 267 heridos y 303 accidentes graves en distintas sedes de Pdvsa».
Leopoldo López reclamaba con urgencia sanciones contra el gobierno, y decía que toda esas muertes eran por impericia del gobierno.
El muermo de Miguel Ángel Rodríguez pedía la intervención de la Naciones Unidas, de la OEA y de la Cruz Roja Internacional.
Por la noche, el Comando Tricolor celebró simultáneamente en Las Mercedes y en su sede internacional en Miami una opípara cena, con una larga exposición de gráficas con lo ocurrido en el lugar.
Ramón Guillermo Aveledo decía: “- Eso vale más que cien giras de Henrique Capriles. El Teniente Coronel ha recibido el palo cochinero más recio en toda esta campaña. ”
El diputado Berribestia apuntaba: “-Con los ríos crecidos, la lluvia que no cesa, algunos puentes caídos y derrumbes, hay que hacer lo imposible para que ocurra algo mucho más bestial en los aeropuertos…”
Los consejos de Bobolongo y de Globovisión han estado versando en que no se desaproveche en lo más mínimo la dimensión espantosa de la tragedia y que se procure entrevistar a los familiares de las víctimas y se difundan por millones por internet, con el mayor despliegue posible de las gráficas más terribles de muerte y desolación que se han captado en el propio terreno de la refinería.
Advertimos seriamente que esto no puede ser mera casualidad, y hemos estado respirando un ambiente parecido al del año 2002.
Estados Unidos posee técnicas muy sofisticadas para provocar tragedias como esta. Si no que se analicen los actos terroristas que han aplicado contra la isla de Cuba desde hace cincuenta años, bajo la dirección de la CIA y del FBI, y entre los cuales podemos mencionar el avionazo en Barbados, el caso de Elián González, la invasión de Bahía de Cochinos, la explosión del Copacabana; los paquetes bombas enviadas a las embajadas de Cuba en Lima, Perú; Madrid, España; Otawa y Buenos Aires. Como consecuencia de esos actos han asesinado estos terroristas en Cuba cerca de 4.000 personas y más de 2.000 han quedado mutiladas e incapacitadas.
Producto de estos actos terroristas, los daños a la economía cubana se calculan en 121 mil millones de dólares.
Hay que estar muy alerta porque vendrán muchos más atentados contra Venezuela. LO del magnicidio sigue estando en la agenda de la oposición, la visita que no hizo el mercenario gringo hace poco revela la dimensión del peligro que estamos corriendo. Y la CIA está detrás de todos ellos.
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