Miguel Navarro
No es un error de escritura o de edición: he leído varios titulares en toda la región y en el mundo que remitían al “ingreso de Venezuela al Mercosur” como una noticia de gran repercusión geopolítica y económica que hacía referencia a la aceptación de los Estados Miembro (Argentina, Brasil y Uruguay) al Mercado conformado por estos tres países luego de la suspensión del Paraguay por violar acuerdos suscriptos relacionados con el mantenimiento de la democracia.
A mi modesto saber y entender y presumiendo de ser un simple entendedor de la dinámica latinoamericana y su relación con el Imperio norteamericano, que ha entrado en una fase de agresiones e invasiones en países petroleros (IRAK, LIBIA) y tiene bajo sus garras a IRAN, golpeando actualmente a su aliado SIRIA, el MERCOSUR a ingresado en Venezuela para detener un futuro intento de la OTAN de invadir a la República Bolivariana de Venezuela, 1er reserva mundial de petróleo y 4 o 5 reserva de gas, además de poseer oro, coltan, diamantes, y un sinnúmero de riquezas que el imperio desea poseer a precios viles. Esto solo puede lograrse cambiando el sigo de gobierno o invadiendo un país.
La presencia estadounidense en territorio venezolano sería la peor derrota de Suramérica desde la década de los 70 que provocaría un verdadero retroceso civilizatorio en nuestra región. Así, el ingreso del MERCOSUR a Venezuela constituye una acción de supervivencia necesaria a futuro y una estrategia de cooperación y complementariedad contra el accionar del imperio OTANICO que desata sus guerra fascista sobre medio oriente, pero controla económicamente a Chile, Perú, Colmbia, Paraguay y posée enclaves trasnacionales en Argentina, Bolivia, Brasil y Uruguay, países en donde los EE UU no controlan el gobierno, pero si mantiene fuerte ganancias en empresas nacionales que han sido privatizadas o que son directamente propiedad de trasnancionales.
Ante este panorama de hipótesis de conflicto de agresión contra el Nuevo Mercosur, el Imperio deberá rehacer su estrategia original de invasión desde Colombia –por la creación de un conflicto con Venezuela- viendo también impedida una invasión directa desde EE UU.
El ingreso del MERCOSUR a Venezuela blinda entonces toda posibilidad de derrota y ensancha el horizonte político de profundización de las políticas del presidente Hugo Chávez, Dilma Rosusseff, Cristina Kirchner y Pepe Mujica, abriendo una posibilidad para el regreso de un gobierno progresista en Paraguay.
Solo le queda crear un estado de caos y desestabilización de origen interno generado por algún acontecimiento excepcional que el imperio debe estar planificando para antes o después del 7 de octubre, o mostrar a la opinión pública y los gobiernos del mundo que Venezuela no respeta las leyes electorales y la constitución nacional, pues el fraude electoral sería el causante del triunfo arrollador de la Revolución Bolivariana.