Juan Hernández Vigueras
Público.es

Los llamados “mercados financieros” en la Eurozona suplen en la práctica a los parlamentos democráticos y al mismo tiempo se afianzan sobre los gobiernos conservadores como el español, que traducen sus pretendidas exigencias únicamente en recortes sociales para desmontar el Estado de bienestar sin resolver los problemas de la reactivación económica y el creciente endeudamiento del país. Y, entretanto, se mantiene el consenso neoliberal para que los bancos y demás participantes en esos mercados mundiales del dinero fijen libremente los precios en toda la economía haciendo trampas con las propias reglas que ellos mismos establecen.

Uno de los últimos ejemplos de las habituales manipulaciones por la gran banca de los precios de referencia en los mercados financieros, es el Barclays que falseaba sus datos para que el Libor, el tipo de interés bancario de referencia en el mercado de Londres, fuera más elevado o menos según conviniera a los intereses particulares de ese banco global; y poco después nos enteramos que hacía lo mismo el Royal Bank of Scotland (RBS), un banco rescatado en 2008 con dinero de los contribuyentes británicos.

En esas manipulaciones están implicados unos veinte grandes bancos según las investigaciones de las autoridades de los EEUU y del Reino Unido; y así lo han reconocido ya estos dos bancos sancionados. Y como eso ha ocurrido en el ámbito de la Unión Europea y puede estar ocurriendo también con el Euribor, la Comisión se ha apresurado a proponer una regulación pública para la fijación de esos precios de referencia bancaria, que hasta ahora son amañados por los propios bancos sin control público alguno.

Las manipulaciones de Barclays sobre el Libor han quedado acreditadas por el informe de la FSA, la autoridad financiera británica, que le ha sancionado con una multa que, junto con las de la agencia para el mercado de futuros (la CFTC) y el Departamento de Justicia de los EEUU, suman 454 millones de dólares. Este falseamiento del tipo de interés básico de referencia ha afectado a las valoraciones de los derivados (apuestas) y de otros productos financieros y al 90% de los préstamos hipotecarios y comerciales estadounidenses que se vinculan al Libor referido al dólar.

La información oficial difundida reproduce una serie de correos electrónicos cruzados entre operadores de Barclays y otros colegas a partir de 2006 sobre los datos falseados que iban a aportar para el cálculo del Libor e indirectamente del Euribor, acomodándolos para que respondieran al interés del Banco británico en cada situación. Esos mensajes intercambiados entre los traders incluían promesas de recompensas con botellas de champán por juguetear con las cifras como si estuvieran jugando con la playstation.

Junto al escándalo de Barclays, también ha reconocido ya su implicación en manipulaciones del Libor el Royal Bank of Scotland (RBS) y está negociando un acuerdo con las autoridades británicas con multa incluida según The Wall Street Journal (31/7/2012). Para más INRI, en este caso el estafador es un banco propiedad de los contribuyentes británicos y uno de los 18 bancos que integran el selecto grupo que establece el Libor.

Estas manipulaciones del tipo de interés bancario de Londres comenzaron antes del rescate del RBS en 2008 y siguieron tras la “nacionalización” por el Gobierno laborista de George Brown para evitar su quiebra, aunque la gestión la dejó en manos de profesionales que mantuvieron las prácticas ilícitas así como su red de filiales en paraísos fiscales, como ya relaté en otro libro; actualmente el 83% de las acciones del RBS son del Estado británico.

Sin embargo, el Gobierno británico parece haberse enterado ahora de cómo se establece el Libor y estudia alternativas que no se basen en los datos falsos de las “propuestas” de un “club” de bancos para determinar cual es el tipo de interés practicado sino que se base en los datos reales sobre las operaciones de préstamos interbancarios. Del mismo modo se ha enterado ahora la Comisión europea que en un comunicado (25/7/2012) bajo el título Escándalo del Libor; la CE propone una actuación a escala de la UE para combatir los acuerdos de fijación de precios, tipificando estas anulaciones como delito. Porque el caso es que, dado el paralelismo en el establecimiento del Libor y el Euribor hay temores fundados que el tipo de interés del mercado interbancario de la zona del euro haya podido sufrir manipulaciones similares. Pero ni el Gobierno británico ni la Comisión se han planteado en serio revisar el principio neoliberal de la autorregulación de los mercados financieros de la libra y del euro, origen de todos las estafas financieras.

Como no existe un gobierno europeo democrático con autoridad sobre bancos y mercados financieros, suscriben el citado comunicado dos comisarios. Michel Barnier, Comisario de Mercado Interior y Servicios, que considera que “las investigaciones internacionales en curso sobre la manipulación del Libor han revelado un nuevo ejemplo de conducta escandalosa de los bancos”; y Viviane Reding, vicepresidenta y comisaria de Justicia de la UE, que reconoce que “la confianza pública se ha hundido a raíz de los últimos escándalos de manipulaciones graves de los tipos de interés interbancarios”. Pero el editorial del periódico Financial Times (30/6/2012) ha sido más tajante afirmando que el caso de Barclays ha descubierto “el corazón podrido del sistema financiero”, un sistema –añadimos nosotros– en el que los bancos hacen trampas con sus propias reglas de juego mientras los ciudadanos pagamos sus pérdidas.