Este concepto utiliza lo que es esencialmente una impresora 3D gigante que se cierne sobre el espacio que la casa va a ocupar. El sistema construye las paredes mediante capeado de hormigón, además de implementar e instalar las tuberías, cableado eléctrico y conductos para el aire acondicionado, dejando tan sólo para la colocación manual las puertas y ventanas.
Otra gran ventaja de esta tecnología reside en que puede construir mediante una sola orden de ejecución, tanto una vivienda como un grupo de casas, cada una con un diseño diferente. Y por si esto fuera poco, integra un robot articulado que permite pintar las paredes y añadir todo tipo de efectos interiores y exteriores sobre las mismas. Además, debido a que el diseño está determinado por un programa informático, puede personalizarse las características arquitectónicas con unos pocos clics del ratón, por lo que puedes encargar tú propia casa a medida.
El resultado de todo esto, haría posible construir edificios de forma rápida, económica y segura. Los ingenieros que han colaborado con su desarrollo tienen claro que la tecnología es muy valiosa para ayudar a eliminar asentamientos precarios como ranchos, favelas o chabolas, así como utilizarse para las áreas devastadas por terremotos u otros desastres naturales, ofreciendo una vivienda digna para la población afectada sin costos elevados.