Página12
30 de agosto de 2012.- La medida será publicada mañana en el Boletín Oficial. Según especifican las Resoluciones 3378 y 3375, los bancos deberán informar, de manera discriminada, los gastos que se realizan en el exterior. La obligación «no debe generar ningún cargo adicional» para los usuarios de las tarjetas ya que «es una carga pública» para las entidades que hasta ahora informan sobre compras superiores a los 3000 pesos.
En base a los números que maneja la AFIP, a través de 168.000 tarjetas de crédito se realizaron compras por 7400 millones de pesos en el exterior desde enero del 2011 hasta junio de este año. Echegaray, al fundamentar la medida afirmó que «el 99,9 por ciento de la gente que viaja al exterior, o paga Ganancias o Bienes Personales», por lo que no habrá inconvenientes al momento de regularizar la situación con el fisco. Y agregó que con quienes no tengan una figura fiscal para deducir este pago del 15 por ciento a cuenta, «se verá de manera puntual» cómo se le acreditan los fondos.
El pago del 15 por ciento quedará registrado en el pago de la tarjeta, y por el cruce de datos, se descontará de lo que los contribuyentes deben abonar anualmente a la AFIP por Ganancias o Bienes Personales.
Para el funcionario «quienes tienen una tarjeta de crédito internacional, en líneas generales, tienen ingresos que son alcanzados por el Impuesto a las Ganancias, o tienen Bienes Personales, porque es lo que demandan los bancos» para otorgar esos medios de pago. En la actualidad, pagan Bienes Personales quienes declaran poseer bienes por un monto superior a 305.000 pesos. En el caso de la utilización de una extensión de la tarjeta de crédito, el 15 por ciento se cargará al titular de la cuenta.
Echegaray consideró que la medida «puede tomarse como una forma de garantizar el pago de ganancias de parte de gente que exterioriza altos ingresos» y que «va en línea para desalentar el consumo en el exterior». El funcionario, tras señalar que «no se evalúa poner un tope a las compras argentinas en el exterior», subrayó que «no es un nuevo impuesto» y lo diferenció respecto a lo ocurrido en Brasil, donde las autoridades del vecino país, para equilibrar su balanza exterior en el rubro turismo, aplican un gravamen del 6 por ciento a todas las compras que se hagan en el exterior. «El nuestro es un pago a cuenta, deducible de lo que se paga en cada ejercicio», reiteró.