Nota: artículo publicado el Miércoles, 18 de Enero de 2012
Alegando su propia torpeza
Eduardo O. Ramírez (*)
Luego de entregarle el transporte subterráneo de la ciudad de Buenos Aires al gobierno derechista de Mauricio Macri, los movimientos políticos y sociales, y el propio gobierno nacional, se quejaron por el aumento del valor del pasaje de 1.10 a 2.50 pesos argentinos.
EL subsidio de 700 millones que el gobierno otorgaba al concesionario privado Metrovías sería a partir del 1ro de enero compartido con el gobierno porteño quien decidió trasladar este costo a los usuarios del transporte bajo tierra.
¿La entrega del subte a Macri fue una jugada para quitarse de encima el costo de los 700 millones de pesos o a sabiendas del posible accionar del jefe de gobierno de Buenos Aires se lo cedió para crear un proceso desestabilizador del amigo de Piñeira, Aznar, Vargas Llosa y cuanto fascista de habla hispana aparezca por estos rincones del sur?
Seguramente los dos motivos condujeron a Cristina Fernández a regalarle los subtes a quien deberá entregarle en la misma lógica política el transporte colectivo de pasajeros, también subsidiado por la Nación: en este caso cuanto alcanzaría el precio del colectivo: 2, 3, 4 pesos?
Trasladar los costos a los usuarios desandando el camino del subsidio a quienes usufructúan del servicio de subterraneos parece una medida económicamente insignificante en términos de bajar el “gasto” y políticamente muy inconveniente pues el propio causante de la suba del precio del pasaje tan justamente criticado fue precisamente el propio gobierno nacional, quien le regaló el histórico transporte de la ciudad a un gobierno local derechista al que no pudo ganarle las elecciones en 2011.
El capitalismo del transporte quedó «bajo tierra» y los usuarios del subte pagarán 5 pesos por día o más de 100 por mes para que Macri continúe gobernando para la clase más rica de la ciudad.
(*) Lic. en Economía- UBA