Autor:La República

14 de julio de 2012.- Los mineros fueron la chispa, y con la gasolina que el Gobierno echó en las calles, ha prendido el fuego. Este viernes miles de personas se concentraron en las sedes de PP y PSOE, para ir posteriormente al Congreso de los Diputados. A lo largo de la jornada pudieron verse muchas imágenes de brutalidad policial, en las que fue detenida incluso una anciana.
Durante la marcha de la tarde, los manifestantes se encontraron con la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, a la que acompañaron a pie durante un trayecto de más de cincuenta metros al grito de ”dimisión”, “dimisión” y recriminaciones por las actuaciones policiales de estos días. Finalmente, Cifuentes se ha refugiado en un restaurante etíope ubicado a la altura del Teatro Maravillas para evitar seguir siendo increpada.
