Si eso pasó en la Rusia que asombró al mundo llegando a ser la segunda potencia económica y militar de aquellos tiempos. ¿Que puede pasar en Venezuela, donde el gobierno apenas está dando los primeros pasos hacia el socialismo? Ese, es mi gran temor, ya que nuestra revolución lleva incubada los mismos gérmenes que acabaron con el socialismo soviético: burocracia, tecnocracia y corrupción. Setenta años duró lo que fue la esperanza de los pueblos colonizados y dependientes del mundo, ¿Cuánto durará la de nosotros, ahora, que nos hemos convertido en un faro de luz, para las naciones que quieren ser libres e independientes en este lado del mundo? Si el gobierno quiere librarse para siempre de la dependencia capitalista, tendrá que corregir muchas cosas, la primera de ellas: reorientar nuestra economía, hacia una economía socialista, ya que hasta ahora la que tenemos es una economía rentista y parasitaria, por lo tanto capitalista.
Nuestra dependencia capitalista es tan fuerte, que el sector productivo, aún continúa en manos de los grandes capitales. El sector industrial y el agrícola, siguen en sus manos. Las exportaciones cada día son menores y las importaciones crecen de manera peligrosa. Por lo tanto la balanza de pago, sigue favoreciendo al imperio yanqui y europeo. Todo esto se da con la protección de un gobierno, que por más que quiera girar hacia la izquierda, sigue mirando con bueno ojos a la derecha, la cual necesita para subsistir, por ahora. Se que el gobierno podrá decir que ya no depende del FMI ni del BM para desarrollar nuestra infra estructura, pero estamos dependiendo también en forma peligrosa del crédito chino y del ruso, que según Chávez, no son imperialistas por que no imponen condiciones leoninas, lo cual es una verdad a medias. Moraleja: los capitalistas (China y Rusia los son) no tienen amigos, solo intereses.
Se que el presidente Chávez, está consciente de esto, por eso estoy seguro que él más que nadie, sabe que en las próximas elecciones, se está jugando su futuro y el nuestro. Estoy seguro que todo lo que he dicho aquí está en su mente y que todo tratará de enmendarlo en los próximos seis años. Yo, espero que sea así, para bien todos nosotros y de nuestros países hermanos. Espero que el presidente no quiera conformarse tan solo con aumentar la capacidad de ingresos de los trabajadores, a entregar viviendas, a construir nuevos hospitales, nuevos centros de educación, mejorar las vías de comunicación, a poner a Venezuela como una tasita de oro, o a darnos la mayor suma de felicidad posible. Los socialismos románticos como el que promueve Chávez, no son duraderos en el tiempo. El amor es muy bonito, pero solo con amor no se hace patria y mucho menos socialismo, ya que el amor y la realidad, son dos cosas distintas.
¿Que nos dice la realidad? Que seguimos siendo un país dependiente, no del capitalismo yanqui, pero si del capitalismo Ruso y Chino. Que la situación mundial lo amerita, esta bien. Pero tenemos que recordar que el capitalismo, es un monstruo de mil cabezas, le quitan una y le aparecen dos. Le quitaron la gringa y aparecieron la rusa y la china. Gobiernos como el nuestro, consciente o inconscientemente, alimentan este monstruo. Lo mismo hace todos los países dependientes del Sur. Brasil, Argentina, Uruguay, Perú, Chile, Colombia, son controlados por el gran capital y la alta burguesía a pesar tener gobiernos con cierta independencia política. Ecuador, Bolivia de tendencias nacionalistas (no socialistas) a pesar de lo que han hecho Correa y Evo para contrarrestar esta situación, el capitalismo, sigue vivito y coleando en esas hermanas naciones.
Theotonio Dos Santos, dijo en su libro, que Rusia jamás regresaría al capitalismo, y se peló. Yo digo, que nosotros, jamás llegaremos al socialismo, si no, nos deshacemos de las lacras del capitalismo que tiene incubada la revolución en sus entrañas desde sus comienzos. Las peores de ellos son: son el facilismo, el consumismo y el parasitismo rentístico alimentado por el gobierno todos estos años. Por eso es que las masas, solo están a la espera de quien les de mas bienes. Y como la revolución no se ha dedicado a educar a esas masas, ideológicamente y mucho menos ha logrado crearle conciencia de clase, son fáciles de manipular. En cada elección, su voto oscila, dependiendo de quien ponga más bienes en la balanza de sus necesidades. El candidato que incline esa balanza a su favor, colocando más bienes en ella, logrará inclinar el voto a su favor. Esas mismas masas, cuando vean que ya no está recibiendo lo mismo, se cambiarán de bando. Esta falta de conciencia es aprovechada por oportunistas burgueses y pequeños burgueses (de los dos bandos) para, a través de un lenguaje más radical asumir el liderazgo de esas masas.
Todo eso es posible, solo en capitalismo. Todo eso es posible cuando hay dependencia mental e ideológica. Acabar con todo esto no es solo un deber, sino una obligación. El libro, Imperialismo y Dependencia de Theotonio Dos santos, el cual Chávez siempre nos aconseja leer, me gustaría que él lo leyera de nuevo, para ver si entiende algunas cosas, que parece que no entendió. Para que comprenda de una vez, que no se puede estar alimentando a los dos bandos: capitalismo y socialismo. Que entienda de una vez por todas, que tiene que tiene que darles un parao a los burócratas y tecnócratas corruptos que están jugando con las esperanzas y necesidades de nuestro pueblo. Que entienda que no se puede estar negociando con los capitalistas y que le haga caso a Theotonio Dos Santos cuando nos dice en su libro: «Eso no impide que en los períodos de crisis del sistema capitalista, este aumente el poder de negociación de las burguesías, sobre todo si logran arrastrar bajo su control, sectores importantes del proletariado y del campesinado»