En la ceremonia, en la que también se acreditaron los embajadores de Alemania, Estados Unidos y Sri Lanka, Marzuki, médico y activista de derechos humanos, encarcelado durante varios meses por el ex dictador Ben Alí, por su defensa permanente del estado de derecho, las libertades fundamentales, la igualdad de sexos y su denuncia de la miseria social y la desigualdad regional, escuchó con prelación una relatoría de Guevara acerca del estado de situación en el país sudamericano sumergido en un proceso de cambio.
La norafricana Túnez se encuentra emplazada en las orillas de la costa sur del Mar Mediterráneo, entre Libia y Argelia.
Guevara, que se acreditó como embajador concurrente con sede en París ante el gobierno cartaginés, acercó al líder tunecino los saludos de Morales, que de manera recurrente ha llamado a los países de Africa a “recuperar” sus recursos naturales en manos de privados.
Marzuki, que preside Túnez desde noviembre del 201, se reconoció como un admirador de Morales y de las transformaciones producidas en Bolivia, en un marco de democracia y mayor inclusión.
Según Guevara, citado por una carta de prensa entregada por la legación boliviana en París, Marzuki prestó especial interés a las reformas del Poder Judicial que se desarrollan en Bolivia, principalmente a la elección democrática de sus autoridades.
El Presidente también habló sobre su propuesta de reforma del sistema jurídico internacional, que tiene pensado presentar próximamente en foros internacionales.
Al tiempo de despedirse y formular deseos para una mayor aproximación y colaboración entre los dos países, Marzuki remarcó su interés de encontrase en el futuro más próximo posible con Morales, sea en la III Cumbre América del Sur-Países Árabes, o en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la tercera semana de setiembre en EEUU.