Algunos de los casos más relevantes lo encarnan cuatro sujetos dignos de ser considerados agentes de inteligencia bajo la tapadera de expertos en diferentes materias de gran interés estratégico para las empresas que controlan los acuerdos y tratados internacionales de propiedad intelectual. Marcelo Di Pietro Peralta, actual Director de la Academia de la OMPI, es un abogado de la Universidad de Buenos Aires que trabajó en un bufete de propiedad intelectual en la capital argentina y que en 1995 ingreso a OMPI en el área de cooperación y relaciones exteriores para Latinoamérica y El Caribe. Es desde el 2007 docente de PI en la una Universidad argentina Austral, controlada por el Opus Dei. Di Pietro ha sido un tenaz lobista en las oficinas de propiedad industrial de Latinoamérica presionando para que los directores de los organismos convenzan a sus autoridades de las ventajas y beneficios de adherir a todos los tratados y convenios que impulsa OMPI, sopena de que el país que visita sea sancionado económicamente luego de ser incorporado en la Lista 301 del Departamento de Comercio de los Estados Unidos (USTR) o ser llevado a un Panel de la OMC/ADPIC. Es un agente de los intereses extranjeros con una especial influencia en su propio país: Argentina. Tiene como entre sus proyectos la creación de Academias de Propiedad Intelectual en cada uno de los países además de presionar para que el gobierno argentino adhiera al Tratado de Cooperación en Materia de Patentes PCT.
Jose Graca Aranha ingreso a OMPI en 1993 y trabajando en el área de cooperación y relaciones exteriores para Latinoamérica y El Caribe; en 1998 fue transferido al departamento de registros Internacionales. En 1999 fue nombrado presidente del Instituto Nacional de Propiedad Industrial de Brasil (INPI). Finalizado su mandato, regreso a OMPI en 2004. Un verdadero agente de OMPI en su país quien lo postuló para ser Director General del organismo con sede en Ginebra, aunque perdió las elecciones por un solo voto frente al actual Director, el australiano Francis Gurry. Aranha fue un verdadero lobista de sus patronos (OMPI) en su propio organismo de marcas y patentes (INPI-BR) de extraordinaria influencia sobre las estructuras gubernamentales de Brasil relacionadas con la PI.
Alejandro Roca Campaña ingresó a OMPI en 1991 en al Oficina de Desarrollo y Cooperación, en 1993 fue promovido a Oficial Senior, luego Consultor Senior en 1996 para ser Director para Latinoamérica y El Caribe en 1999. Antes de ingresar a su actual hogar, Roca Campaña se desempeño 7 años en la Oficina Cubana de Propiedad Industrial (OCPI) siendo jefe de la División de Cooperación Internacional y posee especializaciones en Economía (1984) y Propiedad Intelectual (1987) en Moscú. Un verdadero traidor a la patria de Martí y abierto agente de los intereses imperialistas en Latinoamérica.
Actualmente es Director Asesor principal, Sector de la Infraestructura Mundial de la OMPI.
Su padre, Alejandro Roca Iglesias fue condenado en 2011 en Cuba a 15 años de carcel, mientras se desempeñaba como ministro de la Industria Alimenticia de Cuba.
Pero Roca Campaña no quedó solo en OMPI: Rolando Hernández Vigaud, quien fuera Asesor Jurídico y Director Adjunto de la oficina cubana de propiedad industrial hasta julio de 2000, saltó hacia su nuevo destino en el Programa de la División de Países en Desarrollo (PCT) y tiene a su cargo la cooperación en las cuestiones relacionadas con este Tratado de Patentes en los países de América Latina y el Caribe. Vigaud es abogado egresado de la Universidad de La Habana, Cuba, 1983) y Master en Propiedad Intelectual (Universidad de Alicante, España, 1998).
Estos son algunos de los más representativos ejemplos de las «fuerzas de ablande» de los organismos internacionales de propiedad intelectual, quienes además de realizar “ofrecimientos laborales” a funcionarios de oficinas nacionales, desarrollan estrategias de infiltración en los organismos de América Latina y El Caribe de propiedad industrial y derechos de autor ganando voluntades a costa de euros o cargo.
No se sabe cuantos de ellos permanecen aún en sus escritorios nativos a la espera de una propuesta de OMPI.