El mayor arsenal civil del mundo está en los Estados Unidos, 60 millones de personas disponen de 200 millones de armas, es un país donde se aprecia mucho mas el regalo de armas de fuego que cualquier otro regalo en navidad y estas armas están inmersas en el espíritu de violencia del estadounidense, además, es un derecho constitucional defendido por miles de ciudadanos y ciudadanas en abril del 2010 en algunas ciudades de EEUU, cuando Obama planteo algún tipo de restricción a la venta libre de estas.

Hasta hoy ningún presidente se atreve a oponerse a la poderosa Asociación Nacional del Rifle que defiende con todo lo que tiene el derecho a poseer armas de fuego por parte del ciudadano o ciudadana común; en el año 2008 Obama en campaña ofrecía promover algún tipo de control que se sume a los ya existentes sobre la venta de armas ya termina su mandato y no hay ningún cambio al respecto, por su parte el republicano Mitt Romney se reunió con la Asociación Nacional del Rifle que cuenta con un alto apoyo de la bancada republicana desde la época de Ronald Reagan, seguro es que de las condolencias por las víctimas de la matanzas no se pase.

En los EEUU en los años 80 y 90 las encuestas predecían que un número significativo de estadounidenses buscaban limitar el acceso a las armas, desde el 2000 el país se encuentra dividido entre quienes sostienen que deben existir leyes más severas y quienes prefieren seguir tal como están dice un análisis de la agencia The Associated Press.

El alcalde de New York Michael Bloomberg dijo “hay tantos asesinatos con armas de fuego todos los días que tiene que terminar”. El acceso a las armas fáciles está relacionado con la violencia de la delincuencia dicen los que están a favor, los que están en contra dicen que es al revés porque nacería un mercado negro muy difícil de controlar.

Matanzas en salas de cine, restaurantes, universidades, colegios, centros comerciales, ocurren periódicamente en las ciudades de EEUU, cientos de estudios existen acerca de si las películas y programas violentos de televisión incrementan la violencia; sicólogos y siquiatras unos a favor otros en contra, sostienen los análisis y hacen el juego a la mayor industria cultural del mundo Hollywood, industria que ahora exporta mucho mas programación que el país manufacturas.

No está demostrado que los espectadores puedan decodificar equilibradamente el sistema de símbolos que plantean las películas y programas violentos que llegan a todo el mundo.

La Universidad de California en Berkeley, a través del sicólogo Gordon Dahl y del economista Stefano Della Vigna dicen, “estamos sacando un montón de gente violenta de las calles y poniéndolos dentro de los cines en el corto plazo si eliminamos las películas violentas aumentaremos el crimen”

Este estudio esta argumentado a lo largo de los últimos 10 años en la proyección de filmes violentos en EEUU, el informe dice que disminuyo el número de ataques a personas a razón de alrededor de mil por semana o 52.000 por año.

Por supuesto que este estudio choca con otros análisis y solo alimentan las controversias entre quienes defienden la proyección de películas y programación violenta con los que las cuestionan, es lo mismo con los que están a favor de la venta de armas con los que no. Lo que sí se sabe con certeza es, que la libertad para comparar armas en los EEUU no es de ninguna manera la libertad que tanto pregona la Constitución de EEUU.

La violencia es una respuesta social a una debilidad cuantitativa de la capacidad de EEUU por controlar el mundo porque el gobierno de Washington, no puede cubrir plenamente por vía institucional todos los conflictos que genera las crisis del capitalismo ni las guerras del imperialismo, así, todos los conflictos están íntimamente relacionados con la globalización de la economía mundial que ha ampliado enormemente la superficie social de la inseguridad que los Estados deben cubrir.

En razón también que el capitalismo como sistema financiero imperante aumento considerablemente la diferencia entre ricos y pobres, el sistema se niega a reconocer la agudización de la violencia social, lo que hace es restaurar la violencia ancestral no superada.

Si algo atañe a la política neoliberal es el mismo tipo de utopía que condenan al socialismo por ilusas es la hipocresía; el capitalismo se comporta como si el sistema, a diferencia del socialismo que si soluciona la tasa de pobreza, estuviera ya realizándose y hace como si la injusticia social no fuera su aliada sino su enemiga.

Lo utópico en la opinión pública del capitalismo, es su creencia que en el mercado la circulación mercantil es el escenario de la mejor vida posible y que si bien no está ahí, se encuentra en camino, al alcance de la vista, es lo que se dice de EEUU, la tierra de la oportunidad, también capital mundial de la violencia exportada a través de su imperialismo y capitalismo cultural.

Según el capitalismo el triunfo de la sociedad justa y la conquista de la paz no depende de ningún acto voluntario como comunidad natural o como comunidad política sino exclusivamente de la velocidad con la que la burguesía, sirviéndose de su supra estructura estatal sea capaz de civilizar mediante el orden económico todos los conflictos que se presenten en la vida humana.

Una mano oculta se encargaría de repartir de manera justa la felicidad de acuerdo a los merecimientos de cada quien, pero, dependiendo de la clase social a la que pertenezcan. El capitalismo y los propietarios privados no reconocen nada que no sea el poder económico en el campo de la demanda y la oferta de los mercados, y la violencia que acompaña este sistema es algo que la burguesía no puede prescindir porque la empresa privada para controlar a la gente debe también manejar su alma y así conservar sus monopolios.

Esto hace que la relación sea proclive a la violencia, única manera que tienen de proteger y garantizar su riqueza en el terreno de la lucha económica, imposición cultural que nos persigue desde épocas inmemoriales.