Autor: Miguel Guaglianone
El 26 de junio se realizó en el Centro Internacional Miranda (CIM) en Caracas un foro sobre la situación griega. Participaron como ponentes la cineasta Liliane Blazer, el corresponsal de Aporrea.org, Carlos Carcione, y Kostas Isychos, responsable de las relaciones internacionales del partido SYRIZA a través de video conferencia, moderó el foro Gonzalo Gómez (CIM). No todos los días se tiene la oportunidad de disponer de información de primera mano, ya que Kostas reside y milita en Atenas, y Lilane y Carlos estuvieron allí presentes en las elecciones parlamentarias realizadas el 17 de junio.
La primera cosa que pudimos constatar allí una vez más, es como funciona en realidad el sistema de ocultamiento de información que manejan las cadenas corporativas de medios masivos. Estas elecciones tuvieron una amplia cobertura informativa mundial, ya que el crecimiento insólito de la izquierda representada por SYRIZA ponía en riesgo el cumplimiento de las terribles condiciones impuestas a Grecia (a sus ciudadanos) por la Troika formada por el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional y los medios sirvieron como vehículo de presión para evitar que eso sucediera. Sin embargo en su contexto han sucedido cosas de las cuales nadie habla.
Dos de ellas fueron destacadas en el foro: la gran inconsistencia del padrón electoral griego, y la incidencia creciente del nazismo en su panorama político. Estas dos variables tan importantes para analizar la situación socio-política del país, “no existen” en la “realidad informativa” del sistema global de medios. Más grave aún es el mínimo tratamiento de ambos factores en el ámbito de la comunicación alternativa, prueba de la eficacia del sistema de manipulación por ocultamiento.
El primer tema deja al descubierto, según los testigos presenciales, la por lo menos insólita falta de actualización del padrón electoral. Los griegos son un total de aproximadamente once millones de personas, sin embargo el número de votantes inscritos para votar es del orden de los diez millones. El cálculo conservador es que están registradas por lo menos novecientas mil personas que ya están muertas. En nuestras latitudes sudamericanas conocemos bien “el viejo truco” de hacer votar a los muertos, casualmente siempre promovido por los partidos tradicionales, para asegurar su triunfo en “elecciones democráticas”. En Venezuela el Consejo Nacional Electoral maneja hoy un padrón electrónico que depura constantemente, para evitar esa posibilidad de fraude electoral. Alguno de los participantes relataba que en una mesa de elección que visitó, había por lo menos cinco personas de más de 120 años registradas para votar. Lo más curioso es que ninguna de las 22(1) agrupaciones políticas que se presentaron en estas elecciones puso ninguna objeción a este registro electoral.
El otro punto es aún más importante. El movimiento Amanecer Dorado obtuvo el 6,92% de los votos, lo que le aseguró 18 escaños en un Parlamento Griego que cuenta con un total de 300. Pero lo más importante es que:
- Amanecer Dorado no es un movimiento “neonazi” como otros de Europa, aparentemente es por propia definición y por sus conductas, un movimiento realmente nazi, que pregona con gran fidelidad las doctrinas tradicionales de sus precursores alemanes, y que considera a Adolfo Hitler como un modelo a seguir.
- Su conducta está signada por la violencia física (sobre todo con los más débiles). Sus partidarios hieren, lastiman y matan a los emigrantes (sobre todo africanos), y no están dispuestos a detenerse allí. Ya un parlamentario de Amanecer Dorado ha agredido físicamente en un programa de televisión a dos diputadas de la izquierda, y sus nuevos legisladores han declarado que no permitirán en el Parlamento voces críticas a sus acciones o declaraciones (dejando entendido que atacarán físicamente a quienes alcen estas voces en el Congreso).
- Su crecimiento asombroso se sitúa sobre todo en los sectores jóvenes pobres, en los obreros de menores ingresos y en los empresarios (uno de cada cinco empresarios votó por ellos).
SYRIZA como alternativa política
El foro orientó sus análisis al crecimiento y nueva capacidad política de la izquierda en estas elecciones, izquierda representada por el movimiento SYRIZA. Un crecimiento que desde el 4,4% de los votos registrado en la elección anterior, ha llegado en esta ocasión al 26,89% no hay duda de que representa un fenómeno social muy importante. La primera interpretación es que parte del descontento del pueblo griego con lo que está sucediendo, se vuelca hacia la izquierda como una opción válida en la búsqueda de soluciones.
SYRIZA se ha convertido en una alternativa real para la llegada al poder institucional, a pesar de la intensa campaña (nacional e internacional) realizada en su contra. Esto hizo que muchos compañeros llegaran a ilusionarse con su posible triunfo electoral, y se sintieran algo decepcionados ante la no concreción de esa victoria. Incluso en las informaciones a través del Foro, pudimos percibir un cierto sabor amargo al analizar la posición del Partido Comunista Griego (que logró el 4,5 % de la votación) quien no sólo se negó a integrar el frente de izquierdas, sino que llegó a combatirlo en la campaña política, y como una alianza que parecería natural con el resto de la izquierda, les habría dado el triunfo.
Sin embargo no creemos que eso hubiera sido bueno, ni para el movimiento de izquierda ni para la propia Grecia. Un triunfo pírrico de la izquierda la colocaría en la misma situación que hoy tiene la derecha. Un gobierno inestable y débil, con una mínima mayoría parlamentaria –mejorada por el regalo de 50 parlamentarios que la ley electoral griega da al partido ganador– pero sobre todo con un muy exiguo apoyo popular (en análisis anterior mostramos como el aparente 48,2% logrado por la coalición para gobernar, de Nueva Democracia+PASOK+Izquierda Democrática, se convierte en un magro 28,92% de los electores a la luz de una abstención estimada en el 40%). SYRIZA estaría aún en peores condiciones (dependiendo de que alianza política hubieran podido lograr) en caso de haber llegado al primer lugar, considerando que la presión de los poderes internacionales sería sobre ella mucho mayor que frente a la derecha.
La chispa en el polvorín
La labor fundamental luego de las elecciones, de SYRIZA, está centrada en organizar y canalizar a las fuerzas populares, a fin de lograr una capacidad política que le permita incidir frontalmente en las circunstancias de ese país. Sin embargo, a pesar de las intenciones del frente de izquierda de convertirse en la nueva alternativa para conducir al país, las visiones del futuro inmediato no parecen ser muy alentadoras.
A despecho de las declaraciones del nuevo gobierno de la derecha de que impulsará una “flexibilización” de las condiciones económicas impuestas a Grecia por la Troika para proporcionarle una “ayuda” que sólo estará destinada a pagar a los bancos, y que viene cargando el peso de esos pagos sobre las espaldas del pueblo griego, va a ser muy difícil que algo de esto pueda lograrse.
No existen los menores síntomas de que las políticas neoliberales impuestas vayan a variar un ápice. Las consecuencias seguirán siendo progresivamente desastrosas para las mayorías griegas: más desempleo, más pobreza, más impuestos, más hambre, menos servicios sociales. La situación de tensión social actual, parece estar destinada a seguir acumulando presión. Considerando entre otras variables de que existen algo así como cuatro millones de griegos que no votaron, y que no tenemos referencias de que porcentaje de ellos son parte de las protestas públicas que no sólo no han amainado, sino que siguen in crescendo, no parece difícil predecir la posibilidad de una explosión social.
Frente a una pregunta directa sobre las posibilidades de esa explosión, el representante la coalición de izquierda contestó que esa explosión es constante, y que su partido está canalizándola en huelgas y manifestaciones, sobre todo a través de los órganos sindicales de trabajadores. A pesar de la intención de SYRIZA de ser el canal regulador de esa presión social, la pregunta es ¿Tendrán el tiempo suficiente para poder lograrlo antes de que alguna chispa haga estallar el polvorín?
Si a esto agregamos lo que reseñamos antes, la creciente influencia y violencia llevada a cabo por el movimiento Amanecer Dorado y sus seguidores, añadimos otra variable que parece conducir a la explosión. Al respecto existen analistas griegos que llegan a comparar su actual situación social con la existente en Alemania durante la República de Weimar, precursora del ascenso del nazismo(2). Inclusive se llega a afirmar que la posición de SYRIZA ante ello, de no responder a provocaciones, de intentar aislar a los nazis, y de no ejercer ningún tipo de acción defensiva material, puede ser tan suicida como la de la socialdemocracia alemana en el período mencionado.
El problema más grave es que una explosión en Grecia puede, en una situación tan inestable como la que está viviendo toda Europa, ser el catalizador de un colapso general. A pesar de las “mini-primaveras” como la que acaba de suceder, de una mejora ante los “mercados” de los valores españoles al haberse decidido que el Banco Central Europeo podrá prestar dinero directamente a los bancos, se trata de medidas de “paños tibios” frente a la enfermedad Terminal. El beneficio de medidas como ésta es sólo aparente, las deudas que deben pagar los bancos, saldrán de los mismos bolsillos que antes: de los ciudadanos comunes.
El panorama sigue entonces siendo oscuro. Grecia puede ser el detonante, aunque en situaciones coyunturales (caóticas) como la actual, a veces el detonante es algún factor mínimo que nunca se había considerado.
Lo cierto es que la crisis Terminal sigue estando allí.
(1)Todos los datos de la elección han sido tomados de la página oficial del estado griego: http://ekloges.ypes.gr/v2012b/public/index.html?lang=en#{%22cls%22:%22level%22,%22params%22:{%22level%22:%22epik%22,%22id%22:1}}
(2) Yorgos Mitralias, La «peste parda» levanta la cabeza en esta Grecia en crisis terminal. ¿Hay alguien para detenerla?, Rebelión.org, 29-06-12.