
Ahora es al revés. Se van a un ritmo de 6.000 españoles mensuales (el doble) y salen más que los que entran, algo insólito en los últimos 30 años.
Hemos dejado de ser un país predominantemente de inmigración para convertirnos en uno de emigración. Frente a los más de 40.000 españoles que se han ido, sólo han vueto a casa 17.000.
Se ve en el detalle del mes a mes: en enero se fueron 5.952; en febero, 6.217; en marzo, 7.362; en abril, 6.651; en mayo, 6.999, y en junio, 7.444. Es decir, es considerable la velocidad que está tomando esta desbandada humana, que tiene su explicación en el encrudecimiento de la crisis económica en los últimos meses.
Sixto Muriel, subdirector adjunto de Estadísticas de POblación del INE, explicó que en este flujo de salidas hay tanto españoles nacidos en España como españoles de origen extranjero que han obtenido su nacionalidad aquí.
El INE no distingue entre uno y otro grupo, pero sí detalla, a final de año, los principales destinos de la emigración. Así, en 2011, fueron, por orden de importancia, Reino Unido, EEUU, Alemania, Ecuador, Suiza y Venezuela.
