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Tegucigalpa, julio 8, 2012. – El Movimiento Unificado Campesino del Aguán hondureño (MUCA) informó este sábado que dos campesinos murieron en Bajo Aguán (noreste de Tegucigalpa), cuando se creía que el conflicto por la tierra que ya dejó más de medio centenar de muertos en los últimos tres años había terminado luego de un acuerdo mediado por el gobierno hondureño.

 

“Ya le habíamos puesto punto final a este problema pero hemos perdido a otros dos compañeros”, dijo el portavoz de MUCA, Vitalino Álvarez.

Álvarez relató que la madrugada de este sábado un miembro del Movimiento Unificado Jacobo López “iba saliendo de su casa y le dispararon”.

El viernes “se había encontrado en una de las fincas del terrateniente, Miguel Facussé, el cadáver de Gregorio Chávez, un hombre de 69 años quien fue asfixiando con una bolsa plástica”.

Agregó que “la familia vio cuando lo llevaban secuestrado el lunes los guardias de Facussé, ellos pidieron ayuda a la policía y no le ayudaron, la comunidad se reveló y se tomó la finca en protesta”, añadió el dirigente.

Sin embargo, Facussé emitió un comunicado en el que rechazó las imputaciones alegando que son “respetuosos del derecho a la vida”, además de que “existen las instancias legales para resolver las diferencias”.

Terratenientes que cultivan palma africana para la exportación y comercio de aceite y grupos de campesinos sin tierra han protagonizado enfrentamientos en el Bajo Aguán que han dejado más de medio centenar de muertos en los últimos tres años.

En junio, el presidente Porfirio Lobo firmó un acuerdo para comprar a los terratenientes, incluido Facussé, dos mil 429 hectáreas por unos 17 millones de dólares que el MUCA pagaría a un banco estatal en 15 años con una tasa del 5 por ciento anual.

En tanto, el 29 de junio, por primera vez en la historia de Honduras, las autoridades judiciales despojaron a Facussé de dos mil 82 hectáreas atendiendo un reclamo de otro grupo, el Movimiento Campesino Reivindicador del Aguán (Marca).