
Aunque Álvaro Uribe se ha convertido en el mayor crítico de Santos desde hace varios meses, esta vez hizo especial gala para profundizar en reparos contra su sucesor.
Inclusive, se opuso a la reforma tributaria que el presidente Santos ha esbozado y exclamó: «¡No más impuestos!».
Las observaciones más duras corrieron por cuenta del deterioro en la seguridad.
«Nos tiene que preocupar que cuando el país había avanzado en la conciencia colectiva, en la cultura militar y policiva, y en el reconocimiento internacional de que en Colombia no tenemos insurgentes contra la opresión sino narcoterroristas contra la democracia, este gobierno retrocede, los valida como partes del conflicto y de contera impone frenos a las Fuerzas Armadas para actuar con contundencia contra el crimen organizado», dijo Uribe.
En lo que tiene que ver con su plataforma político-electoral para 2014, Uribe fue claro al anunciar su apoyo a un gran candidato presidencial y bautizar desde ya con el nombre de «Puro Centro Democrático» la coalición de convergencia que liderará ese proceso.
Uribe y Londoño fueron recibidos con gritos de júbilo, vivas y arengas que dejaron traslucir claras intenciones político-electorales. «¡Londoño presidente, Londoño presidente!», corearon de pie los asistentes, por varios minutos, para saludar el ingreso del exministro.
El salón estaba colmado de rostros uribistas. Muchos de quienes fueron sus ministros y embajadores ocuparon las primeras filas del auditorio.
Ahí estaban Marta Lucía Ramírez, Carlos Holmes Trujillo, Plinio Apuleyo Mendoza; generales retirados como Héctor Fabio Velasco, Harold Bedoya y Jorge Enrique Mora Rangel; y líderes gremiales como José Félix Lafaurie, presidente de los ganaderos.
Londoño, de conocido verbo encendido, aseguró estar en «una cruzada por la libertad», y luego de elogiar el gobierno de Uribe (del que formó parte), dirigió sus dardos contra otros gobiernos.
Del expresidente César Gaviria dijo que su gobierno «prefirió guardarse con el narcoterrorismo en las mismas cobijas», antes que vencerlo.
Y del de Santos aseguró: «Las narcoguerrillas resucitaron con una política inepta y con la promesa de que pronto pasarán a manteles para servirse los restos de la dignidad nacional. Ese festín se hará en una mesa de conversaciones en la que los terroristas serán jefes y legisladores».