Página12

 

De un lado se alinearon Florencio Randazzo y Julián Domínguez. Del otro, el titular del Banco Provincia, Gustavo Marangoni. Darío Díaz Pérez negó que la Presidenta haya hablado de echar a Scioli.

 

Las explicaciones, aclaraciones y desmentidas no alcanzaron para distender la difícil relación que atraviesan el gobierno nacional y el bonaerense, en medio de las dificultades económicas que afronta el gobernador Daniel Scioli y que lo llevaron a fraccionar en cuatro cuotas el pago del medio aguinaldo a los estatales provinciales. No fueron pocos los funcionarios que salieron a desmentir que la Presidenta haya calificado a Scioli de “inútil” ni sugerir que abandone la gobernación, como lo expresó el intendente de Lanús, Darío Díaz Pérez, en una reunión con militantes de sus distrito. “Descarto que la Presidenta haya dicho una cosa así porque conozco su respeto por las instituciones y por aquellos dirigentes que han sido elegidos por el voto popular”, sostuvo el ministro de Interior, Florencio Randazzo. El presidente del Banco Provincia y vocero del sciolismo, Gustavo Marangoni, tampoco creyó que la Presidenta se haya expresado así sobre Scioli porque “ella también sufrió declaraciones destituyentes”, y vaticinó que el mandatario superará la grave situación como lo hizo con “la crisis del campo, de la Gripe A, la crisis financiera internacional y la de las candidaturas testimoniales”. A ellos se sumó la dura desmentida de Díaz Pérez, el propio protagonista.

Mientras en el entorno más cercano al gobernador trabajan en el proyecto para declarar por ley la emergencia económica y financiera de la provincia –para brindarle un paraguas legal a la administración de Scioli frente al fraccionamiento del aguinaldo a los estatales bonaerenses–, la difusión de las “definiciones” del jefe comunal de Lanús sobre la gestión provincial avivaron la disputa entre el gobierno nacional y el bonaerense. Un audio que tomó estado público mostró los duros cuestionamientos del intendente kirchnerista hacia Scioli, a quien calificó de “cáscara”, “híbrido” y “vegetal” con el que “no te podés pelear”. Díaz Pérez también sostuvo que la propia Presidenta le había manifestado críticas al gobernador durante un encuentro que mantuvo hace dos semanas en la Quinta de Olivos. “Que se vaya de la provincia, que me la deje sola, que la gobierno yo y seguramente la salvo”, fue la frase que el intendente le atribuyó a la Presidenta y volvió a desatar la polémica.

Primero aparecieron las desmentidas del propio Díaz Pérez. “Quiero dejar establecido que de ningún modo lo que dije en una reunión de mi distrito entre compañeros de nuestro espacio puede ser atribuido a la presidenta de la Nación, quien jamás se ha referido a nadie en esos términos”, sostuvo el intendente a través de su página web. “Lo expresado es una mera interpretación política en el marco de la crisis provincial”, “un escenario que repercute en nuestros distritos”, agregó el jefe comunal, que también desmintió que se haya reunido recientemente con CFK.

“Descarto que la Presidenta haya dicho una cosa así porque conozco su respeto por las instituciones y por aquellos dirigentes que han sido elegidos por el voto popular”, sostuvo el ministro de Interior y Transporte cuando lo consultaron en San Nicolás por las declaraciones del intendente de Lanús. Aníbal Fernández también desechó que la Presidenta se haya expresado de esa forma sobre el gobernador bonaerense, pero tampoco dudó en cargar contra Scioli. “Acá no hay ninguna interna. Las provincias tienen que resolver sus problemas, sobre todo si son estructurales, como es el caso de Buenos Aires. Hay que sentarse y laburarlo para encontrar la solución y no esperar que se los traigan resueltos”, dijo el ex jefe de Gabinete.

Julián Domínguez también se sumó a la polémica. “Buenos Aires necesita ser gobernada por dirigentes que sean de la provincia, que conozcan la provincia y que interpreten el sentimiento de la provincia”, sostuvo el diputado bonaerense que preside la Cámara baja en el Congreso Nacional y que no niega sus aspiraciones de suceder a Scioli en 2015. “Yo no puedo ser exégeta ni interpretar el pensamiento del intendente de Lanús”, respondió Domínguez sobre las opiniones vertidas por Díaz Pérez. Pero luego destacó que “Buenos Aires, por ser la provincia más importante de la Argentina, de ninguna manera puede ser Nación-dependiente” y advirtió que “mientras no logremos resolver este mecanismo complejo que va a requerir de inteligencia, de creatividad, de asesoramiento, vamos a seguir teniendo dificultades de esta naturaleza”.

Marangoni fue el encargado de salir a defender a la administración provincial y dijo que el gobernador “está obsesionado en ver cómo cumplir con los trabajadores”, en referencia al fraccionamiento del aguinaldo, pero evitó dar detalles sobre el proyecto que Scioli enviará la semana próxima a la Legislatura para declarar la emergencia económica en la provincia. Un texto que por ahora solo conocen en el círculo más cercano a Scioli.

Sin embargo, el titular del Banco Provincia evitó confrontar con el gobierno nacional. Se refirió a Díaz Pérez como quienes “buscan un protagonismo efímero” y desechó que la Presidenta se haya referido en términos despectivos hacia el gobernador, asociando las críticas a Scioli a una maniobra “destituyente”: “No creo que la Presidenta haya dicho esas cosas porque ella también sufrió en carne propia declaraciones destituyentes”, sostuvo Marangoni. “La Presidenta y el gobernador hablan cada vez que lo consideran necesario pese a que a muchos no les guste”, agregó el vocero sciolista para descalificar a los funcionarios críticos a la gestión provincial.