“Los Obispos me ofrecieron un canje. Si yo aceptaba renunciar no me iban a imputar”. A lo que el líder paraguayo le respondió: “Ustedes se han equivocado de lugar Obispos. Acepto el juicio”.
Dijo que aceptó ir al juicio para evitar hechos de violencia. “Este presidente esta en contra de la violencia, no cree en la violencia”, insistió.
“Esos jóvenes, estudiantes, hombres y mujeres que están en las calles, están ganados a un espacio privilegiado en la sociedad paraguaya. Que crezcan, que se vayan a otras provincias, (las manifestaciones pacíficas). Esto se ha convertido en una escuela del rol de los ciudadanos en la sociedad paraguaya”, apuntó.
En referencia al papel de los medios de comunicación, Lugo acotó que éstos no pueden decir que en Paraguay no ha pasado nada. Por ello, adelantó que en la nación guaraní hay muchos lugares donde no llega la televisión ni la prensa, lo que lo motiva a recorrer todo el país para explicar lo que ha ocurrido, en lo que el jefe de Estado destyituido denomino “el viernes negro para la democracia en Paraguay”.
Finalmente, añadió que en todas partes están naciendo iniciativas de resistencia, de protestas y descontento generalizado. “Me reconocen como líder y quiero estar con ellos. Una democracia participativa y protagónica es la única que puede garantizar un proceso democrático en Paraguay”, concluyó Fernando Lugo.