Ernesto Fuentes (*)
No es posible que la actual situación de crisis económia-política por la que atraviesa el gobierno de Cristina Fernández se deba a una sucesión continua de errores de la Presidenta más votada desde el regreso (conquistado por el pueblo) de la democracia.
¿Cómo es posible que se hayan fugado 52.000 millones de dólares en los últimos 32 meses haciendo peligrar las reservas, los depósitos y los ahorros de todos los argentinos?¿Quién dejó que eso sucediera y porqué no fue asesorada convenientemente nuestra presidenta?
¿Cómo fue posible que de la noche a la mañana se deban importar 13.000 millones de dólares en concepto de energía sin que alguien le advirtiera a la presidenta en tiempo y forma, y (enhorabuena que ocurriera), pero «a la carrera» tengamos que nacionalizar el 51% de la petrolera REPSOL para evitar una debacle energética sin precedentes en la historia de nuestro país?
¿Porqué nadie le avisó a tiempo a la presidenta (quien fue el inepto?) y hubo que ponerle un frenazo a las importaciones de bienes para que el balance comercial mantenga saldo positivo, pero para ello hubo que ralentizar la economía que está pasando por un mal momento, aunque nadie quiera hablar de ello en el gobierno para no dar “malas noticias”.
¿Quién recomendó a Cristina no explicar porque nadie (salvo las empresas autorizadas) puede comprar dólares siendo que esta moneda es una fuente de ahorro para gran parte de los sectores medios (creciente en Argentina gracias a las políticas económicas de Néstor y Cristina Kirchner), como parte de nuestra economía y nuestra historia? ¿Cómo es posible implementar semejante cambio cultural monetario (estoy de acuerdo con la pesificación) en unos pocas semanas sin esperar la reacción de una minoría burguesa recalcitrante, pero también de los sectores que desean un instrumento de ahorro por carecer de otros de similar eficacia?
¿Porqué Cristina entró nuevamente en la crítica cotidiana de buena parte de la sociedad y no hay en su propio gabinete defensores coherentes de las políticas del gobierno, cuando ella pidió varias veces en público que sola no podía y que la ayudáramos? Quién perimitió que el imbécil de Anibal Fernández siguiera hablando con la archi-enemiga del gobierno y pseudo periodista Magdalena Ruíz Guiñazú en un programa radial del Grupo Clarín?
¿Quién fue el traidor que propuso al impresentable de Reposo para ocupar el cargo de Procurador General de la Nación, es decir, al Jefe de los Fiscales? quién le hizo pagar ese costo a nuestra Presidenta?
Tantos errores, más que errores configuran una peligrosa situación de conspiración que debe ser muy bien evaluada por nuestra querida Cristina quien sin dudas va a tener a los leales militantes políticos y de organizaciones sociales, pero fundamentalmente a su pueblo que la acompaña en este mal momento, que soprta estoicamente una nueva arremetida de los factores de poder y monopolios de comunicación intentando llevarla a una encerrona a fuego lento.
Los ineptos integrantes del gobierno (con excepciones) no parecen percibir ni explicar a la población -que si ve nuevamente como en la tristemente célebre “125” – se quieren llevar puesto a nuestro gobierno y a nuestra Presidenta, con el agravante que no tenemos a Néstor en presencia física para poner el pecho a los flechazos del poder golpista impulsado por las multinacionales y la embajada yanqui junto a los gorilas de la sociedad rural (y sus socios menores), los pejoteros conspiradores(Scioli, Capitanich, Gioja, De la Sota, Mazza, Felipe Solá, Duhalde , Rodrigues Saá, Urtubey) y sindicaleros Moyano, Barrionuevo, los fapistas De Micheli y Degenaro, el tuminismo derechoso y la izquierda alucinada de Vilma Ripoll y todos los pseudo-troscos mercenarios de siempre, gorilas de izquierda.
Despierte el Pueblo peronista que esta historia ya la vivimos y que no sale de esto una revolución de izquierda por que la revolución la estamos haciendo por abajo y todos los días gracias al esfuerzo de trabajo e ideas que ponemos quienes apoyamos a nuestra presidenta para tener un destino de Patria junto a nuestros hermanos Centro y Sudamericanos que merecen una vida digna con justicia social e independencia económica.
¡¡Vamos, vamos Cristina!!
(*) Militante peronista