El Nuncio de Su Santidad Mons.Eliseo Arrioti fue el primero en visitar al impostor Franco con estas palabras: «He venido a honrar a las autoridades paraguayas».
Esta es una verdadera «cachetada» en el rostro de un continente que mayoritariamente está condenando la fechoría de la burguesía paraguaya a sabiendas que este estilo de golpes de Estado «suaves», con «fachada leguleya» son los que se están ensayando en nuestro continente. Esto , además de su sabor a «venganza» contra Lugo, confirma la complicidad de esa jerarquía con los sectores más reaccionarios. El Vaticano ni siquiera se permitió esperar los resultados de la próxima reunión de Lima.
Verdaderamente ya las situaciones por las que nos hace pasar esta institucionlidad vaticana casi superan los límites de la más elemental paciencia y comprensión cristiana. No tenemos ni para qué recordarlas.
Que no se intenten, por favor , defensas montadas con argumentos represivos basados en la autoridad. Frente a la verdad no deberían activarse componendas apoyadas en el poder.
De los que podríamos esperar en el mundo católico, algunas reacciones de protesta, ya sabemos que están sumidos desde hace tiempo en un silencio por lo menos desconcertante.¿Nada qué decir o mucho qué ocultar ?
La pregunta es . ¿hasta cuándo habrá que callar ? ¿hasta cuándo seguirán «mirando hacia otro lado»?
Ambientándonos en la liturgia de hoy , me atrevo a preguntar: ¿Jesús de Nazareth habría ido a congraciarse con Herodes una vez que éste le cortó la cabeza de Juan el Bautista ?