EEUU impusieron durante 29 años, los gobiernos civiles y militares que respondían a sus intereses, sin importar si estos presidentes eran democráticos y respetaban los derechos humanos. Durante este periodo, se arrestaron, torturaron, desaparecieron, asesinaron aproximadamente cien mil personas. Sin que la OEA se diera por enterada.
Convención Americana sobre los Derechos Humanos fue suscrita el 22/11/1969, pero dictó su primera sentencia el 26/06/1987, pasaron 18 largos años. Además, esta Convención no esta ratificada por EE UU ni Canadá. Venezuela es un ejemplo de cómo la OEA, no se dio cuenta de violaciones de Derechos Humanos durante los gobiernos de AD y COPEI, donde fueron encarcelados, torturados, asesinados y desaparecidos cerca de cinco mil personas. Durante este lapso la CIDH admitió 4 casos y la Corte uno.
Cuando toma el poder el Presidente Chávez en 1999, respetuoso de los derechos humanos, pero que no responde a los intereses de EE UU y principal financista de la OEA, CIDH y Corte la situación cambió. La CIDH en trece años, ha admitido 38 casos y la Corte ha sentenciado 13 casos. Varios países integrantes de la Convención, desde hace tiempo venimos formulando críticas a la Comisión, por no respetar la Convención. Recientemente, el Presidente Chávez, la Asamblea Nacional y el Tribunal Supremo de Justicia acordaron denunciar la Convención Americana.
Hay propuestas de reformas formuladas a la CIDH, por el Consejo Permanente de la OEA, que serán consideradas a puerta cerradas en la 42 Asamblea General de la OEA, en Cochabamba, Bolivia del 3 al 5 de junio de 2012. Definitivamente, el Sistema de Protección Interamericano DD.HH, ha demostrado no responder a los intereses de garantizar el respeto de los derechos humanos en el hemisferio, sino avalar los intereses políticos de EE.UU.
Estados Unidos aportó para el presupuesto de la OEA 2012, la suma de 51.1 millones de dólares. Obama declaró el 15/02/12, que confía que la CIDH “promueva, entre sus roles, el respeto a la libertad de expresión, en países como Cuba, Venezuela, Colombia y Nicaragua”. Conclusión, los gobiernos soberanos de America Latina, de Centro America y Caribeños debemos retirarnos de la OEA, y constituir en la Comunidad Económica Latinoamericana y Caribeña (CELAC) un organismo encargado de velar por el respeto de los Derechos Humanos.