Una vez más observamos como grupos de la ultraderecha Latinoamericana, intentan vejar y subyugar a los pueblos de éste continente, asestando otro golpe de estado contra un Presidente electo por voluntad popular.
De inmediato las manifestaciones en apoyo al depuesto Presidente Fernando Lugo, y el repudio de la comunidad internacional no se hicieron esperar, los países de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), como Argentina, Ecuador, Venezuela y Bolivia se sumaron e intentaron dialogar con el Congreso, ensayo que fue frustrado, pues nuestros cancilleres y embajadores no fueron escuchados.
Seguidamente vimos como la mandataria Argentina, fue la primera quien de manera inmediata, solicitara la expulsión del Paraguay de la Unasur, generando ésta una reacción en cadena, seguido de Ecuador, Bolivia Venezuela quienes decidieron el retiro de los embajadores, éste último ordenando la suspensión del envío de petróleo, para sumarse posteriormente Panamá aun cuando no pertenece a la Unasur.
Pero causa suspicacia el hecho que un país como Panamá, se sume a tal apoyo, muy sencillo, para nadie es un secreto que los Presidentes que han pasado por ésta Nación son impuestos por el imperio yankee. Hay que mencionar que Panamá está en el ojo del huracán y su presidente sabe muy bien que Estados Unidos no tendría contemplación alguna para apoderarse de la Nación y está previendo de alguna manera lograr alianzas con otros países para cuando le llegue su momento.
Pero más allá de esto, cabe preguntarse: ¿Por qué el imperio ataca a Paraguay?, muy elemental, porque sencillamente Paraguay no se ha desunido del todo del imperialismo por poseer un antecedente colonial y aun no logra deslastrarse de éste. Los países latinoamericanos dependimos toda la vida Estados Unidos, eran ellos con su gran supremacía quienes dominaban a países más pequeños entre ellos Paraguay y Venezuela.
Recordemos que Estados Unidos es el principal comprador de petróleo de nuestro país, una vez que llega nuestro Comandante Presidente Hugo Chávez, crea alianzas con otros continentes y exterioriza la comercialización de nuestros productos a países como Rusia, China, los países Árabes, perdiendo el imperio de ésta manera, el dominio que tenía sobre Venezuela.
En líneas generales, la idea de Estados Unidos, es golpear al eslabón más débil de la cadena Latinoamericana, buscando debilitar a las clases campesinos, trabajadora y por ende al pueblo.
Es importante analizar que ésta amenaza no es nada nuevo, recordemos que el imperio ha venido atacando a los países que integran la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), en primer lugar cuando arremetió contra Ecuador a través de Colombia, con la excusa de perseguir a Raúl Reyes, seguidamente vino contra Bolivia con la manipulación de los policías, a Chile también a través de Colombia con la instalación de la bases militares en 2009, a Cuba con el bloqueo y Venezuela en 2002 con el golpe de estado al Presidente Chávez.
En este sentido, Estados Unidos busca retomar el dominio de los pueblos, seguir teniendo la supremacía del poder y pisotear a los más pequeños, intención que le será un poco difícil, porque ya nuestros pueblos no tienen miedo y ahora contamos con la protección de grandes potencias del mundo.
Camaradas, el caso venezolano no escapa de toda ésta realidad, y el golpe de Estado a Paraguay es una alerta para nuestro país, que nos permite estar pendiente y continuar consolidando el Socialismo Bolivariano y fortalecer aun más la unión Latinoamericana de los países del sur.