Autor: Silvio Nuñez
Río Tinto Alcán (RTA) es una multinacional canadiense, que se dedica a la industria electrointensiva de producción de aluminio y a la minería extractiva, con presencia en los cinco continentes. Al inicio del Gobierno de Fernando Lugo, presentó una oferta de instalar una industria electrointensiva de aluminio, con una inversión inicial de 2.500 millones de US$ que posteriormente aumentó a 3.500 o 4.000 millones de US$, dependiendo de la fuente consultada.
¿Porqué Paraguay?
Paraguay no tiene la materia prima (bauxita) ni los demás insumos para la producción del aluminio. Es un país sin litoral marino y con una escasa población.
Según las expresiones de sus propios representantes, principal atracción de Paraguay fue su “energía abundante y barata”. Entonces, explicaron que deseaban un contrato a largo plazo, similar al que tenían en otros países, de 50 años, con una tarifa fija o ajustable de acuerdo al precio del aluminio. Posteriormente bajaron el plazo a 30 años, renovable por 20 más.
La tarifa eléctrica
Explicaron que el rango de precios de la energía para que su inversión ofrezca el retorno necesario para establecerse en Paraguay, no debía superar los 38 US$//MWh, lo cual fue corroborado posteriormente con un estudio que realizó el gobierno de Paraguay a través de la Consultora británica CRU Estrategie.
Estos precios, son similares a los que defendieron los lobistas de RTA, como Diego Zavala – Coordinador Técnico del Equipo Técnico Interinstitucional, hasta su nombramiento como Viceministro de Comercio por el nuevo presidente Federico Franco- y Francisco Rivas -Ministro de Industria y Comercio de Fernando Lugo y único ministro confirmado por el actual gobierno.
Poco antes del golpe, Francisco Rivas defendía que el precio debía ser del 42 US$/MWh, intermedio entre los 32 US$/MWh planteados por RTA y los 60 US$/MWh establecidos por el Viceministerio de Minas y Energía.
Diego Zavala y Francisco Rivas han dicho que el Estado Paraguayo no subsidiará a RTA. Sin embargo, las tarifas que ellos proponen significan un subsidio millonario. Resulta, que de acuerdo a los expertos en la materia, una industria como RTA consume energía las 24 hs del día, en forma continua. Ese tipo de energía, se llama “energía garantizada” cuando proviene de una hidroeléctrica y tiene un 95% de confiabilidad.
Todos los estudios indican que RTA se proveerá de Itaipú Binacional, central hidroeléctrica compartida en partes iguales por Brasil y Paraguay. Paraguay en la actualidad consume aproximadamente un 15% del total, y el excedente lo cede a Brasil a cambio de una compensación.
Según los cálculos estadísticos de las condiciones hidrológicas, este tipo de energía garantizada se produce en Itaipú, 75.150 GWh al año para 12.135 MW de potencia disponible. Ello equivale a 6.163 horas al año, es decir, dividido 12 meses, 516 horas al mes. El costo de la energía garantizada se calcula, tomando la tarifa de la potencia, de 22,6 US$/kWh y dividiéndola por la cantidad de horas al mes que existe energía garantizada, lo que da 43,8 US$/MWh.
A este costo, los técnicos agregan la compensación por cesión de energía que Brasil paga, pues será un ingreso que el Estado perderá, de 8,4 US$/MWh. Entonces, el costo de la energía en Itaipú, para vender a RTA al mismo precio que se vende al Brasil, es de 52,2 US$/MWh.
Por último, como la energía debe ser transportada por redes de transmisión hasta la fábrica, se deben agregar los costos de transmisión y pérdidas, de 7,5 US$/MWh, con lo cual la tarifa final, a los costos de oportunidad actual son de 59,7 US$/MWh.
Vemos entonces, que para la última tarifa planteada por Francisco Rivas, y considerando que RTA consumirá 1.100 MW de potencia y 9.600 GWh de energía por año, el subsidio, multiplicando esa energía por la diferencia entre 59,7 y 42 US$/MWh, da 165 millones de US$ al año.
Ni Diego Zavala ni Francisco Rivas han explicado cómo se cubrirá esa diferencia.
Debe añadirse, que estos costos son crecientes considerando el aumento de los precios internacionales de la energía y el agotamiento de las fuentes de energías baratas. Considerando esos costos crecientes, los técnicos paraguayos calculan que en 20 años, el Estado habrá subsidiado 12 mil millones de dólares a RTA.
Industrias asociadas
En compensación al bajo precio por la energía que solicita RTA, las ventajas que ofrecen es que, ayudarán a la industrialización de Paraguay y a la generación de empleo, y que Paraguay tendrá una mayor soberanía sobre su energía pues la energía se utilizará localmente, en vez de exportarse como sucede en la actualidad.
Sin embargo, en su informe, la consultora CRU Estrategie, afirma que no existe antecedente en el mundo donde las industrias procesadoras en el mundo se instalen cerca de las lingoteras (como será la electrointensiva de aluminio). Las industrias procesadoras siempre se instalan cerca de los mercados de consumo del aluminio. Paraguay no tiene vocación de mercado de consumo, con su población de apenas 6,2 millones de habitantes, si tan solo la comparamos con Brasil (190 millones) o Argentina (40 millones).
Empleo
En cuanto a la mano de obra, según RTA generarán 1.250 empleos directos y diferentes cifras de empleos indirectos (han dicho 10.000, 15.000 y ultimamente 50.000). Como consumirá 1/5 parte de toda la energía de Paraguay, si la comparamos con su industria tradicional, que consume 1/30 parte de toda la energía de Paraguay y emplea en forma permanente a 300 mil trabajadores, aún comparando con los 50.000 empleos indirectos, la industria tradicional paraguaya genera 36 veces más empleo que RTA. Si comparamos los empleos directos, la relación es uno a mil cuatrocientos.
Impuestos
RTA ha afirmado que desea acogerse a las leyes de fomento de la inversión del Paraguay y la ley de la Maquila. Es lógico que así sea, según lo cual, la expectativa de cobro de impuestos sería entre 96 y 28 millones de US$ por año, para una facturación esperada, a un precio del aluminio de 2.000 US$/kg, de 1,3 mil millones de US$ por año (entre 7 y 2% de impuestos sobre facturación).
Condiciones de RTA
RTA requiere de parte del Estado inversiones en infraestructura de obras públicas (puentes, caminos, ferrocarriles, líneas de transmisión), cuyo valor se calculó en 700 a 1.000 millones de US$. La inversión de 3.500 millones de dólares de RTA, sería en de tecnología de punta, donde la mayor parte del capital -los equipos y maquinarias- serían importados.
Resumen
Si el actual gobierno acepta las condiciones de RTA, deberá enfrentar la construcción de obras públicas por valor de 700 a 1000 millones de US$, más un subsidio anual creciente de 165 millones de US$ que llegará a 12 mil millones de US$ en 20 años. El nuevo presidente de la ANDE (Administración Nacional de Electricidad) ya ha afirmado que ellos no podrán soportar dicho subsidio.
A cambio, RTA empleará en forma directa a 1.250 personas (1400 veces menos que la industria tradicional) y pagará entre un 2 a 7% de impuestos sobre la facturación.
Conclusiones
Hemos leído las últimas declaraciones de las nuevas autoridades del gobierno de Paraguay, reconocido por muy pocos países, entre ellos Canadá, El Vaticano y Alemania. En ellas aseguran que acelerarán el proceso de negociación con RTA.
Sin duda, el cambio de gobierno ha sido un enorme golpe de suerte para la transnacional canadiense.
Corolario
El cambio de gobierno de Paraguay no ha pasado de ninguna forma indiferente a la población. Cada día, se realizan movilizaciones multitudinarias de repudio al golpe parlamentario. También la opinión pública ha expresado, a través de las redes sociales, su inquietud en relación a la acelerada negociación con RTA. ¿Tendrá validez un acuerdo así entre el cuestionado gobierno y RTA?
La ciudadanía paraguaya lo dirá.
Fuentes consultadas:
http://www.ssme.gov.py/vmme/pdf/riotinto/IIAudiencia/audiencia-5.pdf
http://www.ssme.gov.py/vmme/pdf/riotinto/ministroperezbordon.pdf
http://www.lanacion.com.py/articulo/78252-se-descarta-subsidio-a-favor-de-rio-tinto.html
*Silvio Nuñez es Investigador