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El presidente de Bolivia, Evo Morales, reiteró el domingo 3 de junio en el discurso de inauguración de la 42 asamblea de la Organización de Estados Americanos, OEA, realizada en Tiquipaya, Cochabamba, Bolivia, su propuesta de que la OEA debe refundarse, y aseguró que el organismo tiene dos caminos: Morir al servicio del imperio estadounidense o renacer para servir a todos los pueblos americanos. Esto lo dijo el Mandatario boliviano en medio de aplausos y expresiones de sorpresa de los delegados asistentes. En su discurso, Morales fue enfático en aseverar que así como el mundo ya no vive en la Guerra Fría, es necesario plantear cambios en los organismos internacionales para adaptarlos a los nuevos tiempos. En este sentido aseguró que, “las transformaciones son una obligación” y recalcó, puntualmente hablando de la OEA, que son necesarios diversos cambios para garantizar no solo las disminuciones de desigualdades, sino el apoyo al progreso de los países suramericanos. Dijo que este organismo está “sometido” a los intereses de EEUU y para iniciar la refundación propuso eliminar el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), la Junta Interamericana de Defensa, el Colegio Interamericano de Defensa y el Instituto Hemisférico de Cooperación en Seguridad; antes llamado Escuela de las Américas.

Su discurso duró 36 minutos y en él también sugirió cambios en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, porque, según su percepción, solo vela por los intereses de Estados Unidos. “Para la refundación de la OEA es importante la universalización de la Comisión Interamericana, para supervisar la vigilancia de los derechos humanos no sólo en América Latina. “Es nuestra obligación ver cómo cambiar a la OEA”, insistió el Jefe del Estado, para luego plantear como parte de este cambio la eliminación de las bases militares estadounidenses en la región. “Con las disculpas necesarias, si de verdad Latinoamérica y el Caribe merecemos respeto, tiene que acabarse con todas las bases militares de Estados Unidos en todos nuestros países”, señaló frente a un escenario lleno de representantes de movimientos sociales y delegados de los países miembros de la organización, entre ellos, la Secretaria Adjunta para Asuntos Hemisféricos de EEUU, Roberta Jacobson. En esa misma línea, planteó la creación de nuevos instrumentos en la OEA. “Es importante constituir otros organismos para defender los derechos de la Madre Tierra, para defender los derechos de los pueblos indígenas, como implementar políticas de complementariedad en el comercio y estudiar una serie de otras propuestas para la refundación” Su discurso fue interrumpido en varias oportunidades con aplausos que se originaron en los lugares asignados a los representantes de los movimientos sociales. “¡El pueblo, unido, jamás será vencido!”, fue el coro que retumbó en el teatro de la Universidad del Valle, en Tiquipaya.

Morales también planteó en su discurso la necesidad de garantizar la seguridad alimentaria con soberanía en la región y dijo que en otras épocas la cooperación con alimentos era “sinónimo de dominación” Sostuvo que en busca de ese objetivo su gobierno garantiza tierra para los pequeños productores, otorga créditos con 0% de interés para incentivar la producción de alimentos y subvenciona la compra de alimentos básicos y programas de riego. “Si estas propuestas son un resultado en Bolivia, es importante debatir estas políticas en la OEA”, afirmó. También hizo un repaso a las transformaciones que alentó su gobierno; destacó la nacionalización de recursos naturales y pidió replicar su política en otros países. “Con respeto a los cancilleres, esta experiencia nos obliga a sugerir a los países de América a recuperar sus recursos naturales para el bien de los pueblos”, expresó. De igual forma, cuando anunció que “el pueblo boliviano jamás renunció ni jamás renunciará al retorno al mar con soberanía”, recibió como respuesta el grito de “¡mar para Bolivia, mar para Bolivia!”. Ya en la noche, el canciller chileno, Alfredo Moreno, evitó comentar sobre el discurso y lo mismo ocurrió con Jacobson, antes de que ingresaran a la cena ofrecida a los delegados asistentes a la 42 Asamblea. Esperemos a ver que pasa, pero se prevé que lo que se va a decir en esta 42 asamblea de la OEA, traerá cambios profundos en el modo de operar y dirigir esta organización.