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02/06/12.-Estados Unidos asegura que no tiene ningún interés en Julian Assange, mientras que el fundador de WikiLeaks ha utilizado su último cartucho para evitar la extradición a Suecia.
El embajador estadounidense en Australia, Jeffrey Bleich, descartó como “invención” las declaraciones de que Washington presuntamente está preparando una orden de captura de Assange para ´ajustar cuentas´ por la publicación de unos 250.000 archivos secretos de la diplomacia estadounidense.

“No existe tal cosa como orden secreta. Y punto concluido”, dijo Bleich este jueves a la corporación australiana de radio y televisión ABC. “No es algo que preocupa ni interesa a EE. UU.”, agregó el diplomático.

Mientras, la página ‘Justice for Assange’ (Justicia para Assange) considera lo contrario.

«Orden sellada»

“Los mensajes electrónicos de [la empresa privada de inteligencia global] Stratfor revelaron que un gran jurado secreto en Alexandria, Virginia, ha emitido una inculpación para Julian Assange”, dice la página.

“El mensaje fue fechado el 26 de enero del 2011. Eso quiere decir que ha habido una orden de extradición sellada contra Assange por más de un año, que será activada en Suecia, Australia y Reino Uido en cuanto el Gobierno de EE. UU. lo ordene”, reza el portal.

Esta semana el Tribunal Supremo británico, máxima instancia judicial del Reino Unido, autorizó la extradición del fundador del portal WikiLeaks a Suecia, intensificando los temores de una eventual deportación a EE. UU.

La defensa del informático ha pedido aplazar por un periodo de 14 días su extradición para poder recurrir ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo.

El mejor lugar para la defensa

Al mismo tiempo, el embajador estadounidense aseguró que la entrega de Assange a Suecia no daría ventaja ninguna a Washington.

“A decir verdad, en cuanto a extradiciones Suecia tiene una relación menos estrecha que el Reino Unido con EE. UU.”, dijo Bleich, citado por varios medios.

A eso los partidarios de Assange contestan que en Suecia tendría menores capacidades para defenderse.

“La opinión pública y los medios en su mayoría tienen más simpatía a Assange en Reino Unido que en Suecia”, aseguran.

“Y la presión pública podría dilatar el proceso de extradición en Reino Unido. Mientras en Suecia el clima mediático es más hostil debido a las acusaciones de delitos sexuales [a las que se enfrentará Assange]. La reacción pública sería mucho más débil, por lo que es poco probable que impida estratégicamente la conveniente extradición”.

En Suecia dos mujeres le acusan de agresión sexual y de haber mantenido relaciones sexuales sin preservativo (lo que es un delito en el país escandinavo).

Además, los partidarios de Assange señalan que en Suecia la barrera lingüística prevendría que hiciera frente efectivamente a los desafíos. También resaltan que Suecia es más dependiente de EE. UU.

“En los últimos años Suecia ha cumplido con directrices de EE. UU. sin que fueran escrutadas por el parlamento, según lo revelado en los cables filtrados [por WikiLeaks]”, dijeron.

Pero los partidarios de Assange y activistas de derechos humanos temen que si es deportado a EE. UU., el programador podría ser procesado por el caso de Bradley Manning, que presuntamente filtró los documentos a WikiLeaks que no favorecieron a algunos líderes mundiales.

Australia no interviene

Aunque los partidarios del fundador de WikiLeaks convocaron varias manifestaciones en todo el mundo, el país de ciudadanía de Assange prefiere quedarse al margen del polémico proceso.

«El Gobierno de Australia no puede interferir en procesos judiciales de otros países», dijo la primera ministra australiana, Julia Gillard.

Sea una coincidencia o no, la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton está a punto de visitar Estocolmo, cuatro días después del dictamen del Tribunal Supremo británico, para discutir asuntos de energía segura, la libertad en Internet, así como la situación en Afganistán y Oriente Medio.