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Los represores fueron condenados por los delitos de privación ilegal de la libertad agravada por la condición de funcionario público, mediar violencia y amenazas con imposición de tormentos, perpetrados en el circuito de muerte ABO, integrado por los centros clandestinos de detención Atlético, Banco, Olimpo, que funcionaban en la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires.
Godoy, alias «Calculín», fue condenado por 152 casos de secuestro y tortura, mientras que Fieto, alias «Cacho», fue sentenciado por 15, reseñó Télam.
Las condenas respondieron a los pedidos de la fiscalía, que había solicitado 25 años de cárcel para ambos condenados.
Los delitos atribuidos a Godoy y Feito fueron contra personas que permanecieron secuestradas en algunos de estos centros de detención clandestinos, donde fueron torturados y lograron sobrevivir. Todavía hay muchas víctimas en condición de desaparecidos, que se estima estuvieron detenidos en estos lugares.
Este es el segundo juicio contra represores que actuaron en el circuito de la muerte ABO. En diciembre de 2010 fueron condenados a prisión perpetua 12 ex policías, agentes penitenciarios y gendarmes. Y otros cuatro recibieron penas de 25 años de cárcel.
Los juicios contra los represores se retomaron en 2007, luego que el de septiembre de 2003, el entonces presidente Néstor Kirchner promulgara la Ley 25.779, que declaró la nulidad de las leyes de Punto Final (1986) y Obediencia Debida (1987), que impedían que los responsables de delitos de lesa humanidad fueran juzgados.