De modo que la aparición de cadáveres en zonas de actuación de los grupos
mercenarios es un intento de atribuirlos al gobierno, para justificar
una invasión de fuerzas imperiales, que la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton ha anunciado públicamente en varias oportunidades.
El mismo secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, reconoció que Al Qaeda podría “estar detrás” de los “serios y masivos ataques” de las últimas semanas en Siria. Al Qaeda incluso ha agredido a Observadores de la ONU enviados a Siria. Rusia y China vetarán en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas las pretensiones de invasión y derrocamiento del gobierno constitucional.
Hace un año el presidente Bashar Al Assad denunció la presencia de terroristas de Al Qaeda y otros mercenarios en su país dirigidos para desestabilizar por las Fuerzas Especiales de Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos e Israel para reeditar la operación Libia.
Kofi Annan, enviado especial de las Naciones Unidas (ONU) para Siria, propuso un plan de paz con seis tópicos. Según el líder sirio es necesario que los países que financian, arman y acogen a los grupos armados se comprometan a aplicar ese propuesta de paz presentada por Annan. El Gobierno sirio ha reiterado que Arabia Saudita y Catar suministran armamento a insurgentes sirios.